Tres Cantos (Madrid), 25 sep (EFE).- España avanza en el desarrollo -pionero en el ámbito civil en todo el mundo- de una ‘muralla’ contra las amenazas cuánticas, con la construcción de un satélite que distribuirá desde una órbita geoestacionaria claves imposibles de piratear y que actuará como un escudo que ni los ordenadores cuánticos más potentes serán capaces de atravesar.
La compañía Thales Alenia Space lidera con ese objetivo un consorcio industrial formado por numerosas empresas españolas y europeas, junto a entidades expertas en el campo de las comunicaciones cuánticas (el Instituto de Astrofísica de Canarias, la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad de Vigo), el operador de satélites Hispasat, y varias empresas (entre ellas el Banco Santander, BBVA, Telefónica o Cellnex).
Para dar a conocer el estado actual del proyecto, financiado con los Fondos Europeos de Recuperación a través del ‘PERTE’ Aeroespacial, han comparecido en las instalaciones de Thales Alenia Space responsables de la empresa, junto a representantes del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, del Ministerio de Transformación Digital, del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), de la Agencia Espacial Española, y de Hispasat.
La ‘distribución de clave cuántica’ (QKD, por sus siglas en inglés) es una técnica de criptografía que usa principios de la mecánica cuántica para generar y distribuir claves de cifrado de manera absolutamente segura, y en España el Gobierno aprobó una inversión que ronda los 125 millones de euros para desarrollar la primera misión geoestacionaria, que se lanzará al espacio previsiblemente en 2028, para avanzar en la seguridad de las comunicaciones.
La misión española ‘QKD-GEO’, han expuesto hoy sus responsables, es una iniciativa pionera a nivel mundial (sólo China tiene un sistema similar, pero operando en una órbita baja), ya que va a permitir desarrollar el primer sistema de estas características: un satélite situado a unos 36.000 kilómetros de la Tierra y que distribuirá claves cuánticas desde una órbita geoestacionaria.
Un nivel de protección sin precedentes
El sistema que está desarrollando el consorcio español permitirá transmitir información de forma totalmente segura, anticipándose a la amenaza que supondrán los futuros ordenadores cuánticos, cuya potencia será capaz de vulnerar las contraseñas más robustas, y garantizará un nivel de protección «sin precedentes» frente a intentos de ciberespionaje, además de blindar las comunicaciones (civiles o militares), la gestión de infraestructuras críticas, los servicios básicos, las transacciones bancarias o la protección de los datos personales.
El director técnico de Hispasat, Antonio Abad, y el responsable del proyecto en Thales Alenia Space, Ángel Álvaro, han presentado a los medios de comunicación los detalles del proyecto, y han incidido en que «no es un experimento», en que es una iniciativa cien por cien europea en la que el 67 por ciento del presupuesto corresponde a empresas españolas, y en que podría llegar a ser el primer sistema del mundo capaz de enviar e intercambiar claves cuánticas entre diferentes continentes.
A diferencia de los sistemas geoestacionarios como este, los satélites que se sitúan en órbitas bajas (a entre 180 y 2.000 kilómetros de la Tierra) son más rápidos pero requieren constelaciones de satélites mucho más complejas para cubrir por completo la superficie de la Tierra, y sólo China ha dado pasos en esa dirección.
Los responsables de Thales Alenia Space y de Hispasat han insistido en que no existe ningún sistema en el mundo de distribución de clave cuántica desde una órbita geoestacionaria, y se han mostrado convencidos de que esta tecnología superará las limitaciones de las redes de fibra terrestre y garantizará comunicaciones seguras a nivel continental.
Garantizar la seguridad, la autonomía y la soberanía de España y de la UE
La ‘distribución de clave cuántica’ asegura la protección «absoluta» de cualquier información y detecta cualquier intento de acceso no autorizado, y su principal ventaja radica, según los responsables del proyecto, en su inviolabilidad, ya que cuando alguien intenta copiarla o espiarla se altera su estado y se destruye automáticamente, por lo que cualquier tentativa de intrusión queda al descubierto al instante.
Antes de su lanzamiento -previsto para 2028- se realizarán pruebas de campo el próximo año con un enlace de 140 kilómetros entre las islas de la Palma y Tenerife para validar el funcionamiento del sistema.
Durante el acto institucional que ha seguido a las exposiciones técnicas, los responsables del Ministerio de Ciencia, del Ministerio de Transformación Digital, del CDTI, de la empresa Thales y de Hispasat, han valorado el desafío tecnológico que supone esta misión en la importancia de la misma para reforzar la seguridad, la autonomía y la soberanía de Europa y de España en este ámbito, y en la implicación de administraciones y entidades públicas y de la industria española en un programa tan extraordinariamente complejo.
«Había que atreverse», ha aseverado el presidente de Hispasat, Pedro Duque, quien ha incidido en la importancia de la soberanía tecnológica que reportan proyectos como este y en el interés de invertir en sectores como el de la Defensa, pero también de hacerlo en nichos tecnológicos inexplorados.