Sevilla, 1 jul (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este martes la puesta en marcha de un mecanismo que permitirá destinar hasta 60 millones de euros al año para aliviar la deuda de los países en desarrollo.
Sánchez se ha comprometido a esa ayuda en su intervención en un evento organizado por España y Sudáfrica sobre la sostenibilidad de la deuda en los países en desarrollo y con motivo de la IV Conferencia Internacional de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo.
Un evento que, según el jefe del Ejecutivo, que ha estado acompañado por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, refleja la determinación de España y Sudáfrica de trabajar juntos para promover acciones coordinadas que fortalezcan el bienestar global.
Se ha mostrado convencido de que la arquitectura de la deuda internacional necesita un cambio profundo y ha advertido de que si la deuda se gestiona mal, puede ser una trampa que perpetúe la pobreza, debilite las instituciones y limite la capacidad de los países para responder a las crisis.
Sánchez ha asegurado que España ha pasado de las palabras a la acción promoviendo propuestas en la conferencia de Sevilla, como el impulso de una iniciativa para promover intercambios de deuda por desarrollo sostenible.
Como los canjes de deuda ha reconocido que tienen una aplicación compleja y a menudo carecen de coherencia y escala, se establecerá un Centro Global de Canje de Deudas dentro del Banco Mundial.
Ha sido en ese contexto cuando ha anunciado que España lanzará un mecanismo nacional que permitirá hasta 60 millones de euros al año en alivio de la deuda para los países en desarrollo.
Unos recursos que ha precisado que se reinvertirán directamente y de manera transparente en programas de desarrollo sostenible.
Sánchez también ha destacado la creación de la Alianza de la Cláusula de Pausa de la Deuda para interrumpir ese pago si hay causas graves que lo justifiquen y liberar recursos para proteger a la población, reconstruir la infraestructura y salvaguardar el tejido social y económico.
Aunque esas cláusulas ya existen, ha lamentado que su uso siga siendo «limitado, fragmentado e inconsistente», y, ante ello, ha explicado que la alianza que reúne a países deudores, acreedores, bancos multilaterales, el sector privado y agencias de calificación crediticia, pretende que sean más consistentes y fomenten su inclusión regular tanto en acuerdos de préstamos públicos como privados.
El presidente del Gobierno ha informado de que la alianza cuenta ya con el respaldo de países como Francia, Reino Unido, Canadá y Barbados, así como de instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco de Desarrollo de América Latina y Caribe (CAF) y el Banco Europeo de Inversiones.
«Somos pioneros y campeones. Pero para tener éxito de verdad -ha añadido- necesitamos unir a otros, y nuestra iniciativa debe ser global, inclusiva y ambiciosa».
El jefe del Ejecutivo ha apoyado también la creación de un fondo multilateral que permita a los países comprar su propia deuda con descuento en los mercados secundarios antes de que caiga en manos de los fondos buitre.
