Madrid, 18 jun (EFE).- La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha señalado este miércoles que España ha pasado de tener 1.900 plazas en su sistema de acogida de protección internacional en 2015 a más de 34.000 en la actualidad y continúa ampliando sus capacidades.
Así lo ha señalado durante su intervención en el acto organizado este miércoles por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) en la Casa Encendida de Madrid con motivo del Día Mundial del Refugiado, que se conmemora el próximo 20 de junio.
Saiz ha asegurado que España «ha sido y va a seguir siendo» país de acogida, no porque sea «lo fácil», sino porque es «lo justo»: «cuando integramos, lo que estamos haciendo es defender los valores que nos definen: la solidaridad, la dignidad humana y los derechos humanos», ha afirmado.
Ha puesto de relieve que España es el segundo país de la Unión Europea en número de solicitudes de protección internacional, solo por detrás de Alemania, y que cada año se tramita un volumen mayor de peticiones, unas 64.000 en los primeros cinco meses de este año. Detrás de cada una de estas cifras «hay una vida», ha recordado la ministra.
El Ministerio ha reforzado su sistema de acogida de protección internacional, con un incremento en el número de plazas y también presupuestario, desde los 173 millones de 2022 a más de 700 millones este 2025: «este compromiso financiero refleja una apuesta política sólida, firme y sin ambigüedades», ha precisado Saiz.
Ha mencionado otros programas en los que trabaja su Ministerio, como el reasentamiento de refugiados, con 1.200 plazas para este año o una vía complementaria que permite autorizar la llegada de personas refugiadas con contrato de trabajo desde el país de origen.
Una iniciativa, esta última, en la que, en lo que va de 2025, ha duplicado su número de participantes respecto a 2024, con personas que se han incorporado a trabajar en una empresa fotovoltaica entre Valladolid y Murcia.
La ministra ha asegurado que para este Gobierno la protección internacional es «una oportunidad para demostrar qué tipo de país queremos ser».
«Quiero decirlo con claridad: donde otros siembran miedo, nosotros defendemos derechos. Frente al rechazo, nosotros elegimos la acogida. Frente a los muros, nuestra elección son los puentes», ha concluido.
