Madrid, 23 jun (EFE).- El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha iniciado los trámites para poder activar, por primera vez, un mecanismo de retirada obligatoria de aceite de oliva para equilibrar los precios si la próxima campaña -como parece que apunta- es significativamente más abundante que la actual.
Agricultura, tras varias reuniones con el sector, ha abierto la consulta pública previa del texto de la futura orden que establecerá la «norma de comercialización del aceite de oliva para la campaña 2025/26» y que posibilitará «mejorar y estabilizar el funcionamiento de su mercado», según anunció el MAPA hace unos días.
Las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA y UDU, así como Cooperativas Agro-alimentarias, aplauden esta iniciativa, que es posible gracias a la inclusión del artículo 167 bis en el reglamento comunitario 1308/2013 de la organización común de mercados (OCM) de los productos agrarios.
Ese articulado confiere a los Estados miembros la posibilidad de establecer normas de comercialización para regular la oferta de aceite. En febrero de 2021, el ministro de Agricultura, Luis Planas, publicó el marco legal para su aplicación en España (Real Decreto 84/2021).
Ahora, y hasta el 2 de julio, el MAPA ha abierto la consulta pública previa a la elaboración del texto normativo que permitirá la activación de una retirada obligatoria y temporal de un porcentaje de aceite del mercado durante la próxima campaña.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias, el director general de Dcoop, Rafael Sánchez de Puerta, ha recordado que España estuvo «muchos años peleando» por la inclusión de artículo 167 bis en la OCM, ya que las ayudas de Bruselas para el almacenamiento privado voluntario son a precios poco incentivadores, «excesivamente bajos».
«Ahora, es absolutamente imprescindible tener toda la maquinaria preparada. Hasta ahora no nos había hecho falta, pero ante una previsible buena cosecha, hemos visto la conveniencia de activarlo, lo más simple posible, para evitar el hundimiento de precios», ha comentado.
Para Sánchez de Puerta, la retirada obligatoria de aceite de las almazaras «beneficiará a los productores. Estamos dispuestos a hacer un sacrificio, porque es mucho mejor que no hacer nada y que se hundan los precios».
De precios históricos a precios por debajo de coste
El precio del aceite de oliva ha sido en 2023 y 2024 el producto más inflacionista de la cesta de la compra, con cotizaciones en origen históricas, en torno a los 9 euros/kilos para el virgen extra (AOVE), debido a las cosechas extremadamente cortas que hubo en las campañas 2022/23 (666.000 toneladas) y 2023/24 (854.500 toneladas).
Esta campaña, que comenzó en octubre de 2024, la producción ha alcanzado los 1,4 millones de toneladas y los precios se han precipitado. El AOVE cotiza en origen actualmente a 3,59 euros/kg.
Para el secretario general de UPA, Cristóbal Cano, «ahora la especulación campa a sus anchas» y debería de haber «un escenario distinto de precios, según la ley de la oferta y la demanda», porque «ya se ha comercializado el 70 % del aceite producido en campaña» y los datos de enlace para la próxima se aventuran bajos.
«El artículo 167 bis de la OCM hay que ponerlo en marcha para ver cómo funciona y qué repercusión tiene en el mercado», ha considerado.
La organización COAG presentó a mediados de mayo en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) una denuncia formal para que investigue las cotizaciones bajas en origen de las diferentes categorías de aceite de oliva.
El secretario general de COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, ha asegurado que es necesario «tener preparada la herramienta» de la retirada obligatoria para «estabilizar precios» si se produce un cuello de botella» en el mercado.
El responsable del área de cultivos de UDU, Anastasio Yébenes, que es el más optimista de cara a la próxima campaña -calcula que pueden producirse 1,8 millones de toneladas tras las lluvias de esta primavera-, ha lamentado que en algunas explotaciones de olivar tradicional los precios percibidos se sitúen ya «por debajo de los costes de producción».
El responsable del grupo de aceite de oliva de Asaja, Luis Carlos Valero, que considera que «aún es pronto» para estimar el volumen de la próxima campaña, ha apuntado que, para la retirada, las almazaras tienen una capacidad base y el sector puede también acudir a los almacenes del Patrimonio Comunal Olivarero.
El director gerente de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, Iñaki Benito, ha coincidido en que esta medida busca «garantizar la rentabilidad del sector productor» y ha afirmado que su organización, una entidad centenaria sin ánimo de lucro, cuenta con 11 instalaciones con una capacidad para almacenar más de 300 millones de kilos de aceite de oliva a granel.
«Somos un colchón de seguridad y, gracias a nuestra existencia, el sector va a tener un sitio donde poder almacenar el producto, con el consecuente aumento de nuestra carga de trabajo» si finalmente se activa la retirada obligatoria para «encontrar un mayor equilibrio en el mercado», ha declarado. EFE