Varsovia, 11 abr (EFE).- El ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, reiteró este viernes que España cumplirá el compromiso de elevar su gasto en defensa hasta el 2 % del PIB pero abogó por adoptar una visión de conjunto europea a la hora de flexibilizar las reglas fiscales para permitir que ese incremento no contabilice en el déficit.
En declaraciones a su llegada al consejo informal de ministros de Economía y Finanzas en Varsovia, Cuerpo consideró que si los países activan la cláusula de escape de las reglas fiscales – que les permitiría aumentar su gasto en defensa hasta en un 1,5 % del producto interior bruto (PIB) sin que cuente para el déficit a efectos de las normas – deberían hacerlo con una “visión coordinada”.
“Es importante que esta activación se realice, si es que se realiza, también de manera conjunta puesto que estamos hablando de gastos que tienen que contribuir precisamente de manera decisiva al incremento de las capacidades europeas. Esta dimensión europea es la que tiene que tenerse en cuenta”, dijo preguntado sobre si España hará uso de esta herramienta.
En todo caso, Cuerpo subrayó que España está comprometida con llegar al 2 % del PIB de gasto en defensa e incluso ha adelantado en el tiempo el cumplimiento de esa meta, que estaba inicialmente previsto para 2029 y para el que de momento no se ha fijado una nueva fecha concreta.
“Nosotros haremos nuestros deberes, pero también tenemos que mantener esa visión conjunta”, dijo.
Los ministros de Economía debatirán mañana sobre las vías para aumentar su gasto en defensa, entre ellas la propuesta de la Comisión Europea para activar las cláusulas de salvaguarda nacionales que permitan a los países elevar su gasto en defensa un 1,5 % del PIB adicional sin exponerse a un expediente por exceso de déficit.
El Ejecutivo comunitario, que calcula que con esta medida podrían movilizarse hasta 650.000 millones de euros en cuatro años, ha pedido a los Estados miembros -que tienen la potestad de decidir si lo utilizan- que la activen de forma coordinada idealmente para finales de abril, pero de momento ningún país ha dado el paso.
Junto a esta medida, Bruselas ha propuesto la creación de un instrumento bautizado como SAFE que pondrá a disposición de los Estados hasta 150.000 millones de euros financiados con la emisión de deuda común para realizar compras conjuntas de equipamiento militar entre varios países, que aún debe recibir el visto bueno de los Veintisiete.