Tokio, 22 sep (EFE).- María Pérez, con dos medallas de oro en los 35 y 20 kilómetros marcha, y Paul McGrath, con un bronce en los 20, han sido los grandes protagonistas en los Mundiales de Tokio del equipo español, en el que destacaron también otros diez atletas con puestos de finalistas más el relevo femenino del 4×100, el mejor resultado desde hace veinticuatro años.
España concluyó los Mundiales de Tokio con tres medallas, situada en la quinta plaza de la clasificación por países del medallero y décima en la tabla de puestos de finalistas con catorce, la segunda mejor cosecha de la historia, superando a París 2003 (13), y a solo tres del récord, los 17 de Edmonton 2001, donde también se sumaron tres preseas.
La protagonista más destacada, sin duda, fue la de María Pérez. Su gran actuación la convirtió en la primera mujer en lograr dos dobletes mundiales consecutivos, tras los de Budapest 2023, y además igualó con su gesta al estadounidense Carl Lewis (100 y longitud), al jamaicano Usain Bolt (100 y 200) y al británico Mo Farah (5.000 y 10.000), que también ganaron dos oros consecutivos en Mundiales.
Aparte de las medallas de los marchadores María Pérez y Paul McGrath, también lograron puestos de finalistas Quique Llopis (4º en 110 vallas), Mohamed Attaoui (5º en 800), el relevo 4×100 femenino (5º), Raquel González (6ª en 35 km marcha), Daniel Chamosa (6º en 35 km marcha), Cristina Montesinos (7ª en 35 km marcha), Antía Chamosa (7ª en 20 km marcha), Marta García (7ª en 5.000), Adrián Ben (8º en 1.500), Lester Lescay (8º en longitud) y Diego García Carrera (8º en 20 km marcha).
Además, hay que sumar cuatro novenos puestos, entre ellos el de la soriana Marta Pérez, que, hace cuatro años, en los Juegos Olímpicos de Tokio, también finalizó novena la final de los 1.500 metros, repitiendo su idilio con la ciudad japonesa.
Las malas noticias llegaron en forma de lesiones. Primero con la saltadora Fátima Diame, que el día previo al inicio de los Mundiales anunció su baja de los campeonatos, y después con el burgalés Dani Arce, que sufrió una rotura en la muñeca derecha tras una caída en la primera carrera de los 3.000 obstáculos, y el triplista Jordan Díaz, que, al comienzo de su competición, sintió un dolor en el cuádriceps derecho.
«Creo que hay que poner en valor todo. La marcha ha estado espectacular pero no es nada nuevo, no es de los últimos tres o cuatro años. La lectura para mí es positiva. Creo que llevamos muchos años estando en un deporte que sigue creciendo y su nivel sigue aumentando y nosotros seguimos estando ahí porque seguimos creciendo también. Por eso digo que la actuación que hemos tenido, y con la mala fortuna de los lesionados, que no han podido desarrollar todo su potencial aquí, no ha estado mal», dijo el seleccionador nacional, Pepe Peiró, en su análisis de los Mundiales.
El relevo 4×100 femenino, formado por Esperança Cladera, Jaël-Sakura Bestué, Paula Sevilla y Maribel Pérez, firmó un quinto puesto en la final con un tiempo de 42.46, cuarta mejor marca española de todos los tiempos, a 0.36 del récord nacional, solo cuatro meses después de la plata en los Mundiales de relevos y refrendando que la apuesta por parte de la federación con el Plan Nacional está dando resultados.
Los campeonatos también dejaron otras notas positivas como el récord de España sub-23 de Marta Serrano en los 3.000 obstáculos; la hazaña del gallego Adrián Ben, que se convirtió en el único mediofondista español en ser finalista en 800 y 1.500 en la historia; que por primera vez en 42 años hubo dos representantes en una final de longitud (Jaime Guerra y Lester Lescay) y también una pareja hermana-hermano, Antía y Daniel Chamosa, debutaron con dos plazas de finalista.