Madrid, 22 jun (EFE).- La vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, pero elevar de forma sustancial la producción para paliar el déficit acumulado, que no para de encarecer los precios, no resulta tarea sencilla a corto plazo y son muchos los factores que entran en juego.
En 2024, se iniciaron en España 112.220 viviendas libres, cifra que contrasta con las 664.923 que se registraban en 2006, en plena burbuja; y se terminaron 86.609, frente a las 597.632 de hace 18 años. Solo en el primer trimestre de 2025 se empezaron 31.179 viviendas libres, el 11,5 % más que hace un año; y terminado 18.642, el 8 % menos.
Falta la materia prima, el suelo
La escasez de suelo finalista y los largos procesos para desarrollarlo son el principal escollo para elevar la producción de vivienda en España.
La patronal de la construcción CNC, la de promotores APCEspaña, la sección madrileña Asprima y las principales empresas y agentes del sector urgen a desbloquear la reforma de la Ley del Suelo para agilizar su transformación y dar seguridad jurídica a los planes de urbanismo. Y es que, se están paralizando planeamientos por trámites puramente formales y fácilmente subsanables, denuncian los promotores.
El tiempo medio para desarrollar nuevos proyectos es de entre 10 y 15 años, se está trabajando en suelos del año 2000 y la velocidad a la que se consumen es superior a la que salen. El sector señala que la falta de suelo es «la punta del iceberg» del problema.
Escasea la mano de obra: 700.000 empleados a corto plazo
La patronal CNC insiste en que hay que atraer mano de obra, tanto cualificada como no cualificada, ya que su escasez dificulta los proyectos de obra nueva, la rehabilitación o la reconstrucción; y estima que, a corto plazo, se deben incorporar cerca de 700.000 trabajadores para no poner en riesgo la ejecución de proyectos.
Ante la falta de un relevo generacional -la media de edad alcanzará los 45 años este ejercicio-, el sector cree que hay mejorar la imagen para hacerlo más atractivo, hacer un plan de choque para adecuar la FP a las necesidades del sector, regularizar migrantes y recurrir a la contratación de jóvenes, mujeres o parados.
Se espera que el PERTE para la industrialización de la vivienda ayude a incorporar más jóvenes y mujeres, y a acelerar la construcción de viviendas.
Mayores costes de construcción
El encarecimiento de los materiales y de la energía ha provocado un sobrecoste medio en los tres últimos años de entre un 12 y un 22 % en las obras, al que habría que añadir los mayores costes laborales.
Materiales como el acero o el cemento han subido mucho en los últimos años, encareciendo las viviendas y replanteando algunos proyectos para que salgan los números.
Menos carga burocrática y más seguridad jurídica
La lentitud administrativa en la concesión de licencias de obras y permisos es otro de los lastres que perjudican la actividad promotora, reconoce el presidente de la patronal de promotores APCEspaña, Xavier Vilajoana. Las licencias de obra nueva suelen demorarse un año y las de primera ocupación hasta seis meses.
El sector pide unificación normativa, más agilidad y mejoras en los procesos, menos burocracia, así como un marco regulador claro, estable y libre de arbitrariedades.
Revisar la fiscalidad de la vivienda
El sector inmobiliario reclama una fiscalidad adecuada y una financiación asequible para vivienda, denuncian que los impuestos equivalen al 25 % de su coste y solicitan incentivos fiscales para vivienda asequible y financiación con líneas ICO y del BEI. Los promotores demandan también un IVA reducido en la venta de vivienda asequible para jóvenes.
Según calcula el Instituto de Estudios Económicos (IEE), la recaudación fiscal vinculada a la vivienda en España equivale al 3,5 % del PIB y es de las más gravosas de Europa.
Acceso restringido a la financiación
A todo ello se une que los promotores pequeños y medianos tienen dificultades para conseguir crédito, especialmente fuera de las grandes capitales.
También hay dificultades para financiar algunas operaciones de suelo, cada vez más costosas, y para los proyectos de alquiler debido a una regulación cambiante y a la menor rentabilidad que ofrecen. También demandan más financiación para los industrializados.
Urgen a un Pacto de Estado
Los principales agentes del sector inmobiliario -constructores, promotores y arquitectos- han presentado un decálogo de medidas para abordar la escasez de vivienda en España que demanda, al menos, 220.000 unidades al año ante el riesgo de que el déficit de vivienda supere los tres millones de unidades en el año 2039.
El sector en su conjunto urge a alcanzar un pacto de Estado por la vivienda y un consenso político que trascienda de las legislaturas y permita abordar el problema con una visión a largo plazo. EFE