París, 19 sep (EFE).- La feria FAB París 2025 abre sus puertas este sábado en el Grand Palais con una doble mirada: la defensa y restauración del patrimonio francés a través del Museo Nissim de Camondo, y la presencia de galerías internacionales entre las que hay dos madrileñas, Guillermo de Osma y Ana Chiclana.

La feria, que será accesible al público hasta el día 24, reúne a un centenar de galerías internacionales que representan más de 20 especialidades, desde antigüedades y artes decorativas hasta diseño, arte moderno y contemporáneo.

Nacida en 2022 de la fusión de la Bienal de París y la feria Fine Arts Paris, FAB Paris ocupa el espacio dejado por la histórica FIAC (Feria Internacional de Arte Contemporáneo), que durante décadas fue el gran escaparate del arte contemporáneo en la capital francesa.
Este año, uno de los focos principales está en el proyecto de restauración del Museo Nissim de Camondo, una joya parisina dedicada a las artes decorativas del siglo XVIII.
«Es un honor haber sido invitados por FAB París para presentar nuestra gran campaña de restauración. Desde su apertura en 1936, el museo no había conocido una intervención de esta magnitud, y tanto el edificio como las colecciones sufrían el paso del tiempo», explicó este viernes a EFE Ariane James-Sarazin, conservadora general del patrimonio y responsable de las colecciones del museo.
Legado al Estado francés por el coleccionista Moïse de Camondo en memoria de su hijo, caído en la Primera Guerra Mundial, el museo expone en FAB una selección de alrededor de 60 obras elegidas por su valor artístico y necesidad de conservación.
«Quería mostrar que Moïse de Camondo se interesó por todos los ámbitos de la creación del siglo XVIII: pintura, escultura, mobiliario, objetos de arte, cerámica u orfebrería. Son piezas comparables a las de la Wallace Collection de Londres o la Frick Collection de Nueva York», señaló James-Sarazin.
Para ella, esta feria ofrece «un escaparate excepcional para dirigirse a la comunidad internacional y pedir su apoyo».
La protección del patrimonio está presente también en otras iniciativas de la feria, como la restauración en vivo de un cuadro del pintor francés Hippolyte Lazerges de la capilla de la Sorbona, promovida por el Ayuntamiento de París.
Junto a esta mirada francesa, FAB París cuenta con presencia española gracias a dos galerías madrileñas.
Para Leonor de Osma, de la galería Guillermo de Osma, su regreso a París supone recuperar una relación histórica con la capital francesa.
«Siempre hemos estado muy ligados a Francia, participamos en la FIAC durante más de 30 años y nos parecía un buen momento para volver. El cambio de calendario, de noviembre a septiembre, es más favorable y pensamos que va a atraer a más coleccionistas internacionales», explicó.
Su stand reúne algunas de las piezas más destacadas de su programa expositivo, entre ellas un lienzo de Picasso de 1922, una de las lurrak más grandes conocidas de Chillida (esculturas en tierra cocida, realizadas con arcilla y arena en los años 70), y obras de Tàpies, Óscar Domínguez y Manolo Rivera.
La galería Ana Chiclana también ha querido aprovechar FAB París para reforzar su papel de «escaparate español» en la capital francesa.
«Nuestro objetivo es buscar obras perdidas, nunca expoliadas, que puedan interesar al coleccionismo español, y dar a conocer nuestro patrimonio aquí», señaló a EFE su directora, Ana Chiclana.
Entre las obras que exhibe destacan un lienzo del Renacimiento valenciano, un preparatorio de Vicente López para un gran encargo real destruido en un incendio en 1905, y un retrato de Sorolla de un ministro de Alfonso XII.
Con la restauración del Museo Nissim de Camondo como telón de fondo, y con la defensa del patrimonio y la mezcla de estilos como parte de su ADN, la feria presenta durante 4 días obras de diferentes épocas y disciplinas de expositores internacionales. –
Isabel Rodríguez Ramiro