Este domingo vence el segundo plazo para el cierre de la venta de Talgo a Sidenor

Imagen de archivo de la planta de Talgo en Rivabellosa (Álava). EFE/ ADRIÁN RUIZ HIERRO

Madrid, 14 jun (EFE).- Este domingo vence el segundo plazo para la venta de Talgo, una prórroga que se habían dado las partes cuando cerraron el preacuerdo en febrero pasado, aunque la operación sigue atascada en la financiación para cubrir los más de 150 millones de euros que necesita el consorcio liderado por Sidenor para hacerse con el 29,8 % del constructor ferroviario.

Fuentes del departamento de Industria del Gobierno vasco aseguran que continúa la negociación, esperan un acuerdo a lo largo de este mes y añaden que no hay fecha tope para el cierre de la transacción. Fue el propio lehendakari vasco, Imanol Pradales, el que en febrero habló del cierre de la operación en tres semanas.

La estructura de la financiación de la operación ha sido desde el principio el punto más crítico para el cierre de la compraventa, por la que accionistas de Talgo, fundamentalmente el fondo Trilantic, espera ingresar más de 150 millones de euros.

La clave para cerrar el círculo sería la entrada de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en la operación, mediante un préstamo participativo, convertible en capital. Fuentes oficiales de la SEPI no se pronuncian.

Los bancos exigen al consorcio comprador -la sociedad Clerbil, del presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, acompañada del fondo público vasco Finkatuz y de las fundaciones de las cajas vascas BBK y Vital- garantías en la operación, extremo que se allanaría con la entrada de la SEPI o el aval de ICO, según fuentes próximas.

La discusión se centra también en la multa de 116 millones de euros impuesta por Renfe a Talgo por los retrasos de más de dos años en las entregas de los trenes Avril, tal como reconoció en una carta al presidente de la operadora pública, Álvaro Fernández Heredia, el presidente del constructor, Carlos Palacio, a finales de abril.

De acuerdo con la posición defendida por la Abogacía del Estado, Renfe ofreció inicialmente no ejecutar la multa hasta 2031 y fraccionarla hasta en 7 años, términos que, de momento, siguen sobre la mesa.

Talgo tuvo que provisionar los 116 millones de la multa en sus resultados de 2024, lo que le llevó a registrar unas pérdidas de 107,9 millones (frente a ganancias de 12,2 millones en 2023).

El principio de acuerdo de febrero recoge la venta del 29,77 % de Talgo a cinco euros por acción (4,15 fijos y otros 0,85 euros ligados a determinados hitos financieros en 2027 y 2028) al consorcio liderado por el presidente de Sidenor.

La opción que siempre ha apoyado el Ejecutivo, especialmente el ministro de Transportes, Óscar Puente, es Sidenor, aunque diversas fuentes del sector coinciden en que este grupo no resuelve los problemas de capacidad industrial de Talgo.

Puente ha defendido en reiteradas ocasiones que, una vez garantizada la «españolidad» de Talgo con la compra por Sidenor, cabe la posibilidad de dar entrada a un socio industrial.

El Gobierno vetó el verano pasado la entrada de la compañía húngara Magyar Wagon, que ofrecía cinco euros por acción en efectivo, por razones de seguridad nacional, entre otras la supuesta relación del accionista con capital ruso y la cercanía al Gobierno de Viktor Orban.

Tras ese intento hubo otra aproximación de la polaca Pesa, que no llegó a presentar la oferta tras conversaciones con el Gobierno español, pero que también había anunciado su intención de pagar cinco euros por acción.

Los expertos en el sector ferroviario coinciden en que cualquiera de estas dos opciones hubiera añadido a Talgo la capacidad industrial que necesita para dar salida a los más de 4.000 millones de euros de cartera de pedidos, que acumulan retrasos importantes tanto en el contrato con Renfe como con la alemana Deutsche Bahn.