Brasilia, 12 sep (EFE).- Un grupo de estudiantes brasileños desfiló este viernes por Brasilia con un muñeco inflable del expresidente Jair Bolsonaro vestido de recluso, un día después de ser condenado a 27 años y tres meses de prisión por golpismo.

La protesta, convocada por la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y otros movimientos sociales, pasó cerca de la Explanada de los Ministerios, donde se concentran las sedes de los poderes públicos del país.

«Nuestro sentimiento hoy aquí es de justicia. La condena de Bolsonaro representa nuestro compromiso con la defensa de la democracia», dijo a EFE Letícia Holanda, directora de Comunicación de la UNE.
Los estudiantes colocaron la figura de Bolsonaro encima de un camión y pararon un instante para ondear banderas y lanzar proclamas contra el líder ultraderechista, bajo arresto domiciliario desde el pasado 4 de agosto.
La Primera Sala del Supremo condenó al exmandatario y a siete de sus aliados, entre exministros y antiguos mandos militares, a penas de entre 16 y 27 años de cárcel por tramar un golpe tras perder las elecciones de 2022 frente al actual gobernante, Luiz Inácio Lula da Silva.
El exjefe de Estado (2019-2022) recibió el castigó más severo de todos por «liderar» el complot para desmantelar el Poder Judicial, impedir la investidura de Lula y «perpetuarse en el poder» por la fuerza, según la sentencia.
«Nuestro país ha dado una lección de democracia al mundo. Aquí, el que atenta contra la democracia, tiene que pagarlo y ser castigado», afirmó a EFE Gabriel Souza, director de Agitación de la Unión de la Juventud Socialista Brasil (UJS).
El ingreso en prisión de Bolsonaro, de 70 años, no será inmediato, pues la sentencia no es firme, ya que aún cabe recurso, pero el líder ultra está en prisión domiciliaria por haber violado unas cautelares relativas a otro proceso.
Los estudiantes también rechazaron una posible amnistía que el partido de Bolsonaro promueve en el Congreso para beneficiar a su líder y a los condenados por el asalto a Brasilia del 8 de enero de 2023.
Ese día, miles de bolsonaristas invadieron y vandalizaron las sedes de la Presidencia, el Parlamento y el Supremo, en Brasilia, para incentivar una intervención militar contra Lula, quien había asumido el poder una semana antes. EFE
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