Madrid, 12 mar (EFE).- La exasesora de Moncloa Pilar Sánchez Acera ha asegurado ante el juez que no recuerda quién le envió por whatsapp un pantallazo del correo en el que la pareja de Isabel Díaz Ayuso reconocía haber cometido delitos fiscales, al tiempo que ha negado haber recibido instrucciones del Gobierno para difundirlo.
Sánchez Acera, actual secretaria de organización del PSOE de Madrid, ha comparecido como testigo ante el magistrado del Supremo Ángel Hurtado, que investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un supuesto delito de revelación de secretos por la filtración de datos de la investigación contra Alberto González Amador por fraude a Hacienda.
Su nombre apareció en la causa tras el análisis del móvil del ex secretario general del PSOE de Madrid Juan Lobato. Ella le envió el correo del 2 de febrero de 2024 en el que el abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso reconocía en su nombre al fiscal la comisión de “dos delitos contra la Hacienda Pública”, de cara a su intervención en la Asamblea de Madrid.
La que fuera asesora de Moncloa ha declarado que recibió un “pantallazo” de un documento -no el correo- en el que González Amador reconocía estos delitos y en el que no se veía ni el remitente ni en el destinatario, según informan fuentes jurídicas.
En su interrogatorio, que ha durado una hora, ha dicho que esta información no le llegó del fiscal, ni de la Fiscalía ni de Moncloa.
No recuerda quién le envió el pantallazo con el correo
Ahora bien, la testigo no ha sabido precisar qué persona concreta fue la que le envió ese documento, que ella recibió por whatsapp.
Las acusaciones han insistido en esta cuestión pero ella ha dicho una y otra vez que no se acuerda de quién le envió ese pantallazo, que ella, en calidad de número tres de la ejecutiva socialista madrileña, remitió a su vez a quien era entonces secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, y solo a él.
Además, ha reconocido que cambió de móvil y que no conserva sus mensajes. Otras fuentes explican que Sánchez Acera cambió de terminal por seguridad, y que un técnico del Ministerio de Transformación Digital, adonde se fue con Óscar López, le borró todos los mensajes al pasar de un teléfono a otro, por eso no recuerda quién le mandó el pantallazo.
En un momento del interrogatorio, Sánchez Acera ha insinuado que esa información también la podía sacar otro partido, como Más Madrid.
También ha asegurado que no hubo ningún plan para difundir esta información con el fin de desprestigiar a Ayuso, ni se comentó en las reuniones por la mañana.
El juez la citó porque consideraba que puede ser útil “conocer el recorrido que pudo haber tenido el correo” del 2 de febrero de 2024 “hasta su aparición en la mañana del día 14 de marzo en el digital elplural.com, y en qué circunstancia circuló a través de las personas por las que pudo haber pasado”.
De hecho, en el auto de 13 de enero por el que citaba a declarar como imputado a García Ortiz, el juez menciona que el polémico correo objeto de la filtración circuló “con salida” de la Fiscalía “y destino Presidencia del Gobierno”; “y de ahí” al medio elplural.com.
Vallés cambio de móvil y está dispuesto a enseñar sus mensajes
Por su parte, el antiguo secretario de Estado de Comunicación Francesc Vallés ha asegurado al juez que no tuvo el correo ni tuvo constancia del mismo hasta que lo publicó ElPlural.es la mañana del 14 de marzo, ya que él estaba centrado en las elecciones catalanas, por tanto, esta cuestión la dejó en un segundo plano.
Como Sánchez Acera, con quien ha dicho que no habló aquel día porque casi no tienen relación, Vallés también cambió de móvil, si bien en su caso ha dicho que conserva los mensajes, y que estaría dispuesto a entregar su terminal al magistrado, que no lo ha estimado necesario, según las fuentes.
Además, ha explicado que le remitió noticias a Lobato sobre este asunto pero con la intención de que estuviera atento en la Asamblea.