Madrid, 7 oct (EFE).- El sector turístico español crecerá el 2,8 por ciento en 2025, según la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), que rebaja así en medio punto su anterior pronóstico debido a la menor demanda nacional y a la debilidad de algunos mercados emisores clave.
El PIB del sector turístico español en los meses estivales (tercer trimestre), creció el 2,8 por ciento, frente al 3,3 por ciento del segundo trimestre, lo que consolida la tendencia a la moderación del sector.
El informe trimestral “Perspectivas Turísticas” de Exceltur presentado este martes por su vicepresidente ejecutivo, Óscar Perelli, apunta también al mantenimiento de la desaceleración de los ritmos de crecimiento de las ventas de las empresas turísticas en los últimos tres meses del año hasta un 2 %, por debajo del 2,8 % del verano y del 4,5 % del segundo trimestre.
De confirmarse estas previsiones y a pesar de ser un registro positivo, el dinamismo del turismo se situaría en los niveles medios de la economía española (un incremento del 2,6 %, según el Banco de España, y del 2,7 %, según el Gobierno), ha señalado Perelli.
Con esta tendencia similar al del resto de sectores, se abre una etapa de normalización y el turismo deja de ejercer de motor clave del crecimiento real de la economía española, después de que, entre 2021 y 2024, su contribución fuera del 52,6 %.
El valor de la participación del turismo en la economía española alcanzará este año el 13,1 %, con 219.068 millones de euros, 4.862 millones más en términos reales (eliminando el efecto de los precios) que en 2024.
No ocurría desde la pandemia
Los ritmos de creación de empleo turístico se han situado a cierre de septiembre por debajo de los registrados en la economía española, con un aumento del 2,1 % (48.442 nuevos afiliados) frente al 2,7 % del resto de sectores, «algo que no ocurría desde la pandemia», ha apuntado Perelli.
La restauración explica la mayor parte de la pérdida de dinamismo de la afiliación turística, mientras las actividades de ocio reflejan su fortaleza, al igual que el alojamiento, que sigue creando empleo por encima del aumento de las ventas.
Asimismo, Perelli ha destacado un notable incremento de los salarios pactados en convenio del conjunto de los sectores vinculados al turismo (+3,7 %), que garantizan una mejora de la capacidad adquisitiva de los trabajadores turísticos, al situarse 1 punto por encima de la inflación (2,7 %).
Entre los factores clave que han incidido en la moderación de los resultados del verano, figura la ralentización del crecimiento del volumen de viajes y noches de extranjeros y especialmente españoles.
A ello se suma un ligero y generalizado descenso de la estancia media, reflejo tanto de la pérdida de vigor de la demanda, como del crecimiento de los viajes cortos vinculados al uso de segundas residencias, por la creciente flexibilidad en el trabajo
Sin embargo, se ha mantenido la positiva dinámica del gasto, más en el turismo foráneo, vinculado a la mejora de los precios, especialmente en las instalaciones y empresas que han invertido en la renovación y reposicionamiento de sus productos.
La mayor desaceleración se produce en los hoteles urbanos, afectados por el menor volumen de escapadas debido a las altas temperaturas, con un repunte de los ingresos de apenas un 1,5 % de media y algunas de las principales ciudades en registros negativos (Valencia, Barcelona, Alicante, Málaga, Granada y Las Palmas).
También en las compañías de transporte, al superarse la capacidad de respuesta de algunas de las grandes infraestructuras aéreas y ferroviarias ante el incremento de la movilidad y la falta de inversión en mejora de instalaciones, y en las actividades de ocio.
Debilidad de algunos mercados emisores clave
Una creciente debilidad de Alemania, Italia, Centro Europa (Bélgica, Países Bajos y Suiza) y Francia ha sido compensada por el dinamismo de Reino Unido, Irlanda, Polonia, Portugal y la larga distancia asiática (China +12,5 % y Japón +11,3 %) y latinoamericana (+6,8 %).
Por su parte, Estados Unidos ha relajado su dinamismo (+2 % en verano), respecto a los crecimientos de dos dígitos registrados en los últimos años, afectado por la depreciación del dólar.
La demanda nacional en sus viajes por España se ha estancado, salvo en los productos de mayor categoría, al tiempo que los desplazamientos al exterior vuelven a crecer (+13,4 % en gasto, según el Banco de España).
La práctica totalidad de destinos vacacionales ha cerrado un verano mejor que el de 2024, con un aumento de los ingresos (+8,9 %), que se explica en gran parte de la costa por la subida de precios (+7,3 %), mientras la ocupación ha avanzado tan solo un 1,5 %.