Julio César Sánchez

Albacete, 8 sep (EFE).- Una buena corrida de Conde de Mayalde, en tipo y comportamiento, permitió a la terna compuesta por Fortes, Molina y el triunfador Samuel Navalón dar este lunes en la primera de feria de Albacete una dimensión de toreros capacitados para protagonizar el urgente y necesario relevo generacional.

Comenzó el serial de Albacete, un abono de diez festejos que se erige, después de Madrid y Sevilla, en el más granado en número, además de ofrecer un toro serio y combinaciones de gran interés, como el cartel con el que se inauguró la feria.
La corrida de Conde Mayalde, modélica en tipo por baja de hechuras y seria de pitones, con 483 kilos de promedio, no fue redonda, pero sí permitió realizar el toreo.
La falta de poder del primero, en cambio, eclipsó la magnífica apostura de Fortes, que no alargó en exceso un trasteo abocado a la indiferencia.
El cuarto lo arrolló en la puerta de chiqueros cuando lo esperaba de rodillas. Se escapó de milagro de la cornada y, pasado el revuelo y con varias erosiones, el malagueño le endilgó tres verónicas y media de categoría.
El toro, con trapío aunque muy bajo, quiso más que pudo, y Fortes lo condujo con aplomo y compás, dando el medio pecho sin esconder la pierna contraria, sobre todo por derechazos. Una vez más, en lo realizado por Fortes hubo verdad sin alharacas, incluida la soberbia estocada cobrada volcándose acertadamente sobre el morrillo del ejemplar toledano, del que paseó un trofeo.
Molina, todavía convaleciente de dos cornadas en su pierna derecha, ofreció una gran dimensión en el segundo. Sin ser una faena deslumbrante, tuvo mensaje.
El de Mayalde rebosó nobleza y calidad, pero la fuerza estuvo medida. Molina brilló con el capote, en el recibo a la verónica y el medido quite por saltilleras, y más tarde en el último tercio no dedicó un solo gesto superfluo, sino que se centró en torear, con enorme firmeza, llegando a iniciar faena de muleta de rodillas, resintiéndose un tanto de las heridas.
No pudo ligar en exceso para no acabar con el escaso brío de su oponente, aunque los tendidos captaron su entrega por los dos pitones, premiándole con la primera oreja de la feria.
La faena al quinto tuvo tres fases. Una primera arrebatada e imperfecta, con chicuelinas y menores sutilezas con la muleta; una segunda asentada y de gran suavidad al natural, y la postrera en la que Molina se montó sobre el toro, metiéndose entre los pitones sin contemplaciones. El conjunto habría sido merecedor de una oreja de peso, pero el desacierto con los aceros impidió la petición.
El tercero fue un ejemplar castaño albardado bajo de agujas y bien puesto de pitones al que Samuel Navalón recibió a portagayola. El de Conde de Mayalde acusó los tirones impulsados por las ganas desbocadas de su matador con el capote, y agradeció con templanza y calidad el trato más sutil con el que Navalón lo condujo en la faena de muleta. Meció las embestidas, las midió y compuso varios carteles de toros, sobre todo en algunas fases al natural.
La labor al sexto, brindada a sus padres, resultó dispuesta y desigual, estando condicionada por el viento reinante, subiendo la conexión con los tendidos en el arrimón final. El pinchazo previo al estoconazo no le privó de la concesión de la oreja que le abrió la puerta grande, la cual atravesó en solitario.
FICHA DEL FESTEJO
Se lidiaron seis toros de Conde de Mayalde, muy bien presentados. Primero muy blando. Segundo con clase aunque justo de fuerza. Tercero, cuarto y quinto de gran calidad. Sexto manejable.
Fortes (de berenjena y azabache): estocada entera arriba algo atravesada y tres descabellos (silencio); estocada entera arriba (oreja).
Molina (de caña y oro): pinchazo hondo y descabello (oreja); estocada entera arriba algo atravesada que hizo guardia levemente y cuatro descabellos (ovación tras aviso).
Samuel Navalón (de fucsia y oro): pinchazo y estocada entera arriba (oreja); pinchazo y estocada entera arriba (oreja tras aviso). Salió a hombros.
Entre las cuadrillas, Caco Ramos saludó tras banderillear al segundo. José María Arenas y Víctor Martínez hicieron lo propio en el quinto.
Plaza de toros de Albacete. Corrida de toros. Primer festejo de feria. Casi tres cuartos de entrada.