Asunción, 29 sep (EFE).- Un grupo de ciudadanos, familiares y diputados reclamaron este lunes la liberación de 28 jóvenes paraguayos que permanecen retenidos en una unidad policial debido a las protestas de la víspera en Asunción, al considerar que en la mayoría de los casos fueron detenidos supuestamente «de forma arbitraria» y violenta por parte de la policía.
Varias personas realizan una vigilia en los exteriores de la Agrupación Especializada de la Policía Nacional, en Asunción, donde se encuentran 28 de los 29 jóvenes que fueron aprehendidos durante las manifestaciones convocadas por la denominada ‘generación Z’ en contra de la corrupción en el país que, según cálculos de la Policía, reunió a unas 350 personas de todas las edades.
La protesta dejó 10 heridos, ocho de ellos agentes del orden, según reportó la Policía, y un total de 29 detenidos, entre ellos, una joven que permanece en otra unidad policial.
«Fueron aprehendidos con violencia, en ningún momento se les explica bajo qué concepto ellos están detenidos, bajo qué cargos», expresó a EFE la diputada Johana Ortega, quien aseguró que habló con el 90 % de los retenidos, que en promedio -dijo- tienen 22 años y son estudiantes.
La diputada denunció que «hay chicos con golpes», «con heridas en el rostro» y «raspones» debido a supuesta «violencia que ejerció la policía», que desplegó unos 3.000 efectivos en el centro de Asunción para contener la protesta.
«Aparentemente fueron detenidos de forma arbitraria con muchos ejercicios de violencia, con muchos abusos por parte de la policía, por lo menos en la mayoría de los casos», sostuvo la legisladora al explicar que, según la legislación paraguaya, una persona puede estar retenida por un máximo de seis horas hasta que un fiscal «haga algún tipo de acusación» o emita una orden de detención.
«Esta detención ya pasadas las seis horas es absolutamente ilegal para el marco normativo de nuestro país», enfatizó Ortega, quien indicó que varios fiscales tomarán a los jóvenes una declaración indagatoria.
Junto a Ortega estuvieron sus colegas Raúl Benítez y el senador opositor Ignacio Iramain y un grupo de jóvenes que gritaban consignas como «libertad a los presos por luchar».
«Son 28 personas que están detenidas sin una orden, sin una causa», expresó a la Radio Ñandutí Joaquín Macero, un joven manifestante que afirmó que no se moverán de la unidad policial «hasta que cada uno sea liberado».
Más temprano, el comandante general de la Policía Nacional de Paraguay, Carlos Benítez, dijo en una conferencia de prensa que 29 personas permanecen detenidas acusadas de presuntos «desórdenes» y de «agredir» al personal policial.
Benítez elevó a diez el número de heridos de las protestas y destacó que un agente perdió «gran parte de la dentadura» y tuvo «lesiones graves en el rostro», mientras que siete mujeres policías fueron atacadas «con piedras» en medio de forcejeos con manifestantes.