Éxodo en ambos lados de la frontera India-Pakistán antes de la fecha límite del domingo

Ciudadanos indios cruzan la frontera de Attari-Wagah, entre Pakistán e India, después de que Pakistán cancelara todas las visas emitidas a ciudadanos indios tras el ataque en Pahalgam. EFE/EPA/RAHAT DAR 84264

Nueva Delhi/Islamabad, 26 abr (EFE).- El coste humano de la escalada de tensiones entre India y Pakistán tras el mortífero ataque terrorista de Cachemira hace eco en la frontera de Attari-Wagah, testigo de un éxodo de personas en ambos lados, intentando volver a su país.

Ciudadanos indios cruzan la frontera de Attari-Wagah, entre Pakistán e India, después de que Pakistán cancelara todos los visados emitidos a ciudadanos indios tras el ataque en Pahalgam. EFE/EPA/RAHAT DAR 84264

Una fecha límite inminente del domingo 27 de abril para que los ciudadanos paquistaníes abandonen la India, y probables presiones recíprocas sobre los indios en Pakistán, han convertido el único paso terrestre oficial entre las naciones vecinas y rivales, en una escena de salidas urgentes.

La abrupta decisión de la India de suspender los servicios de visado para los paquistaníes y ordenar su salida se produjo tras acusar a su vecino de albergar a los autores del ataque de Pahalgam en la Cachemira india que mató a 26 civiles.

Pakistán, a su vez, también suspendió los visados de la SAARC para los indios, lo que generó preocupación por quienes residen allí.

Personas con pasaporte indio, casadas con ciudadanos paquistaníes, se encuentran varadas en la frontera de Attari (nombre del pueblo del lado indio de la frontera), impedidas de salir del país, incluso si sus parejas e hijos están al otro lado.

“Los pasaportes indios no están permitidos aquí (lado paquistaní). Los pasaportes paquistaníes no están permitidos allí (India). Nuestra petición es simple: aquellos que tengan una visa válida y estén casados allí, déjenlos ir”, pidió una persona a las cámaras de televisión en la frontera de Attari-Wagah.

“Vine a visitar a mis padres y ahora quiero regresar a Pakistán. Tengo un hijo conmigo que es paquistaní. Su pasaporte es paquistaní y mi pasaporte es indio. Me casé en Pakistán. Quiero apelar al Gobierno para que me permita regresar a Pakistán con mi pasaporte”, dijo otro.

La India ha calificado sistemáticamente a Pakistán como un “epicentro global del terrorismo”, y el ataque de Pahalgam ha reavivado esta acusación, con Nueva Delhi acusando rápida y públicamente a Islamabad.

Además de la suspensión de visados ​​y el cierre de fronteras, la India ha tomado medidas aún más drásticas al suspender el Tratado de las Aguas del Indo, un acuerdo crucial para compartir el agua que ha sobrevivido a conflictos anteriores, alegando el “terrorismo transfronterizo continuo”.

Pakistán respondió de la misma manera, anunciando la suspensión de todos los pactos bilaterales con la India, incluido el histórico acuerdo de Simla de 1972.

El Acuerdo de Simla, firmado tras la guerra de 1971, había establecido un marco para las relaciones bilaterales y la resolución pacífica de disputas.

Su suspensión supone un posible colapso de los canales diplomáticos establecidos entre los dos vecinos con armas nucleares.