Expertos apuestan por preservar el patrimonio geológico del volcán de La Palma para contribuir al desarrollo de la isla

Imagen de archivo de las coladas del volcán de La Palma. EFE/MIGUEL CALERO

Luis G. Morera

Los Llanos de Aridane (La Palma), 19 mar (EFE).- Tres años después de la erupción del volcán Tajogaite, el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha resaltado la importancia de preservar el patrimonio geológico del volcán y ha destacado su potencial para contribuir al desarrollo socioeconómico de La Palma.

La coordinadora del Equipo de Investigación en ‘Patrimonio y Geodiversidad’ del IGME-CSIC, Juana Vegas, que junto con otros científicos ha explicado en varias conferencias la actividad que desarrollan en la zona, ha resaltado el valor singular del paisaje surgido tras la erupción y su relevancia más allá del ámbito científico, y ha asegurado que están trabajando para proteger “lo más valioso del volcán”.

“El propósito nunca fue proteger todo el campo de coladas”, ha explicado Vegas, que considera que “siempre la protección debe ser una oportunidad para revertir -la alteración y la pérdida generada por el volcán- en beneficios económicos y un turismo de calidad”.

La investigadora ha afirmado que la experiencia de La Palma “está sirviendo de modelo” y la están llevando a otras partes del mundo que tienen volcanes activos “como ejemplo de lo que se puede hacer bien”.

Sin embargo, también ha reconocido que se han perdido oportunidades importantes, y ha afirmado “con total sinceridad, que en estos tres años se podía haber actuado en el territorio de otra manera, sin duda ninguna”. “Pero insisto, estamos a tiempo todavía de conseguir cosas”.

En este sentido, ha puesto como ejemplo positivo la creación del sendero que conecta el Llano del Jable con el cono del volcán, inaugurado en la Semana Santa de 2022 con visitas guiadas y recientemente ampliado hasta el borde del cráter.

“Este es un ejemplo maravilloso de cómo, rápidamente, estudiando las formas seguras, habilitando a las empresas del sector y ejecutando un plan para minimizar los riesgos al máximo, se puede sacar rendimiento económico al patrimonio geológico del volcán”, ha comentado.

Vegas ha insistido en que aún hay muchos otros lugares en la isla donde se podría aplicar este enfoque, y también advierte sobre la necesidad de replantear algunas actuaciones en el territorio.

“Y, por supuesto, una vez que se acaben las obras que hay que hacer, que quede en un estado armonioso y paisajísticamente agradable. Hay que rematar las obras y dejar el menor impacto posible”, ha sentenciado.

Por su parte, el espeleólogo palmero Octavio Fernández, colaborador del CSIC, ha coincidido con Vegas sobre la falta de sensibilidad en la integración paisajística de las obras que se están ejecutando en las coladas, señalando que “solo hay que pararse a mirar los bordes de una carretera como la de La Laguna – Las Norias para ver que es una escombrera.”

En cuanto al estado de los tubos volcánicos, Fernández ha explicado que su situación varía: “Hay algunos en los que nos dejan hacer prácticamente de todo y hay otros que están tan calientes que ni siquiera nos podemos acercar a la boca”.

También ha explicado que algunos de estos tubos tienen un gran potencial para contribuir al desarrollo económico de la isla, mientras que otros han sido destruidos por las obras.

“Actualmente, estamos con preocupación en torno a la carretera LP-211 porque ahí hay un tubo de los más importantes, que puede suponer problemas tanto para la ejecución de la carretera como para edificaciones en la zona si no se tiene muy en cuenta su ubicación”, ha advertido el espeleólogo.

Tanto Vegas como Fernández han coincidido en que aún es posible corregir el rumbo y adoptar medidas que permitan aprovechar el patrimonio geológico del Tajogaite sin comprometer su valor científico y paisajístico.