Quito, 12 sep (EFE).- La Fiscalía de Ecuador desveló este viernes el testimonio de un expolicía encarcelado, considerado testigo protegido del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, que revela cómo, por supuesta petición del exministro correísta José Serrano, y en coordinación con el empresario Daniel Salcedo, vigilaba y seguía a Villavicencio antes de ser asesinado a la salida de un mitin, pocos días antes de las elecciones extraordinarias en 2023.
Según el relato divulgado por el Ministerio Público como parte del caso que ha bautizado como ‘Magnicidio FV’, este expolicía fue reclutado por el exministro del Interior Serrano para «ejecutar misiones clandestinas de inteligencia», que consistían en vigilar y seguir a opositores políticos.
También detalla que, en julio de 2016, presuntamente realizó una compra de armamento a las FARC de Colombia para ser entregado a Los Choneros, la bandas criminal más antigua que opera en Ecuador y que en ese momento monopolizaba la actividad del crimen organizado en el país andino.
Años más tarde, este expolicía fue condenado a 34 años de cárcel por un delito de robo con muerte. Al ingresar en la Cárcel 4 de la ciudad de Quito, conoció al empresario Daniel Salcedo, que acumula actualmente diversas condenas por tramas de corrupción que suman más de treinta años de prisión en total.
Daniel Salcedo y José Serrano son dos de los cuatro imputados por la Fiscalía como presuntos autores intelectuales del asesinato de Villavicencio. Los otros dos son el empresario Xavier Jordán, que reside en Miami (Estados Unidos) al igual que Serrano, y el exasambleísta correísta Ronny Aleaga, prófugo de la Justicia y en paradero desconocido.
Rutinas de seguimiento
Ya en 2023, el relato del testigo protegido continúa explicando que, una vez retomado el contacto con José Serrano, este le solicitó que realizase seguimientos a Fernando Villavicencio a cambio de incorporarle de nuevo al cuerpo policial una vez los correístas ascendiesen de nuevo al poder.
«Jonathan, si esto no fuese importante, créeme que no contáramos contigo, y es de carácter urgente», le dijo, supuestamente, el exministro. Jonathan era el nombre del trabajo del expolicía en las unidades de inteligencia.
En estos seguimientos también estaban involucrados presuntamente otros cargos policiales. Por ejemplo, el policía José A., con quien ya había vigilado previamente al periodista Andersson Boscán, y quien fuera asesinado en enero de 2024.
A principios del mes de agosto, de acuerdo al mismo testimonio, se elaboró un informe de seis hojas donde se detallaban las fotografías, los vehículos y movimientos de Fernando Villavicencio. También se utilizó supuestamente un GPS que instalaron en su vehículo para tenerle localizado. Por estas tareas, Salcedo presuntamente le pagó 5.000 dólares.
El 9 de ese mes, Villavicencio fue acribillado a tiros a la salida de un mitín en la primera vuelta de las elecciones presidenciales por un sicario de nacionalidad colombiana que actuó junto a otros seis compatriotas presentes en la escena del crimen.
Relaciones con Petro
El expolicía también detalló que en diciembre de 2023 se reunió con Juan Fernando Petro, hermano del presidente colombiano, Gustavo Petro, en un hotel en Bogotá. Durante ese encuentro, hablaron de la posibilidad de conceder un asilo político a Daniel Salcedo.
«Nos costaría un millón de dólares, medio millón sería entregado en Pasto en billetes de 100 dólares y el otro medio millón cuando esté gestionado el tema», versa el escrito.
Villavicencio, que como político fue uno de los mayores opositores al expresidente Rafael Correa (2007 – 2017) y que por sus denuncias como asambleísta mantenía enemistad manifiesta con personas como Aleaga y Jordán, fue asesinado a tiros por sicarios a la salida de un mitin a once días de las elecciones extraordinarias de 2023.
De acuerdo con la Fiscalía, Jordán actuó presuntamente como financiador, Aleaga se habría encargado de la coordinación y Salcedo de ser el nexo con Los Lobos, la banda criminal más poderosa del país actualmente.
Salcedo declaró en julio que el asesinato de Villavicencio está relacionado con los contratos irregulares con hospitales que conseguía la red con la que trabajaba, pues las investigaciones del candidato presidencial empezaron a «tocarles el bolsillo», y apuntó que el crimen pudo haber costado en torno a 200.000 dólares.
Hasta el momento, han sido condenados a prisión cinco personas como autores materiales, entre ellos Carlos Angulo, alias El Invisible, un cabecilla de Los Lobos que estuvo a cargo de planificar la ejecución y logística del atentado desde la cárcel de la ciudad andina de Latacunga.
Otros ocho implicados en el caso murieron antes del juicio, entre ellos los siete sicarios colombianos que participaron en el atentado. Uno de ellos, autor de los disparos que mataron a Villavicencio, murió aparentemente tiroteado por los escoltas del candidato y los demás fueron ahorcados en la cárcel en circunstancias no esclarecidas hasta el momento.