Miami (EE.UU.), 12 jun (EFE).- Más de 20 expresidentes iberoamericanos denunciaron este jueves la «destrucción» del Poder Judicial y el «fin del equilibrio de poderes» en México tras la primera elección popular en el país de jueces, magistrados y la Suprema Corte porque consideran que los comicios «no fueron democráticos».
Los exmandatarios, agrupados en la Iniciativa Democrática de España y las Américas (Grupo IDEA), sostuvieron que se consumó «el asesinato de una joven democracia» en los comicios del 1 de junio, cuando los mexicanos escogieron por primera vez en las urnas al Poder Judicial.
«La elección que se consuma, auspiciada por el hoy expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) y secundada por su sucesora (Claudia Sheinbaum), no tuvo como fin la justicia, sino la venganza y el fortalecimiento autoritario de la presidencia», expusieron los políticos en una carta.
El texto lo firman dos exmandatarios mexicanos, Vicente Fox y Felipe Calderón, además de los españoles Mariano Rajoy y José María Aznar, los colombianos Andrés Pastrana e Iván Duque, entre otros de Costa Rica, Paraguay, Panamá, El Salvador, Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Uruguay.
Los firmantes resaltaron que en los comicios solo participó «una ínfima porción del cuerpo electoral, a saber, menos de un 13 %».
Aunque Sheinbaum ha defendido que la elección convirtió a México en el «país más democrático del mundo» porque por primera vez permitió escoger a 881 cargos de la justicia federal en las urnas, los exmandatarios argumentaron que «no fue democrática» en su origen, en su preparación y desarrollo, y en sus resultados y finalidad.
«La elección fue diseñada para que le resultase imposible a los electores de buena fe escoger a los nuevos miembros de poder judicial, entre 2.500 candidaturas federales y locales desconocidas y arbitrariamente repartidas entre distritos electorales diferentes», acusaron los expresidentes.
Las críticas de IDEA se suman a la Organización de Estados Americanos (OEA), que la semana pasada recomendó no replicar la elección judicial de México por considerar que lejos de fortalecer la justicia, debilitaría su imparcialidad, independencia y eficacia.
El proceso surge de una reforma constitucional que promulgó López Obrador en sus últimos días de mandato, en septiembre pasado, con el respaldo de Sheinbaum, pues ambos consideraban necesario «limpiar» el Poder Judicial, y entre este la Suprema Corte, a la que ahora llegaron abogados afines a ambos líderes oficialistas.
«En nuestro criterio y en suma ha ocurrido un grave quiebre de la democracia constitucional en México», concluyeron los firmantes del Grupo IDEA.