Bangkok, 7 ago (EFE).- El presidente interino nombrado por la junta militar de Birmania, Myint Swe, falleció este jueves a los 74 años tras sufrir una larga enfermedad, informó en un comunicado la dictadura militar.
Myint Swe murió a las 8:28 (1:58 GMT) en un hospital militar de Naipyidó, apunta el breve texto que además anuncia la celebración de un funeral de Estado.
La muerte de Myint Swe se produjo más de un año después de que dejara de ejercer activamente sus funciones presidenciales tras admitir su delicado estado de salud.
El político birmano, que tras la asonada ocupó el cargo que tiene un papel casi ceremonial, padecía trastornos neurológicos y una neuropatía periférica que le producían «problemas psicomotrices y desnutrición», según reconoció la junta en julio de 2024.
Esas enfermedades le impedían asumir la responsabilidad de su puesto por lo que autorizó al líder de la junta golpista, el general Min Aung Hlaing, asumir sus funciones presidenciales mientras se encontraba de baja médica.
El fallecimiento se produce una semana después de que la junta militar birmana anunciara el fin del estado de emergencia decretado desde el golpe de Estado de febrero de 2021, lo que permite la convocatoria de elecciones que deben celebrarse en los próximos seis meses.
Según la junta militar, esos comicios, cuestionados desde la oposición y la comunidad internacional, podrían tener lugar en diciembre.
Myint Swe actuó como vicepresidente durante el Gobierno civil comandado por la consejera de Estado y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, gracias a los privilegios que la Constitución birmana reserva al Ejército, que, entre otros poderes, le permite nombrar a una persona para el citado cargo.
Tras la sublevación, el Ejército lo promocionó a presidente, a raíz del arresto de Suu Kyi y Win Myint -presidente entre 2018 y el golpe-, e inmediatamente entregó el poder a los militares y nombró primer ministro interino al jefe de las Fuerzas Armadas, el general golpista Min Aun Hlaing, sobre quien recae el poder.
Aunque es una figura más protocolaria, el presidente cuenta con competencias importantes como la aprobación de los decretos.
El golpe militar de 2021 acabó con diez años de transición democrática y abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas, con miles de jóvenes uniéndose a grupos armados que combaten al Ejército.