Fallece Clark Olofsson, criminal sueco de atraco que dio nombre al síndrome de Estocolmo

ESTOCOLMO (SUECIA), 26/06/2025.-Fotografía cedida por la Policía, disponible el 21 de agosto de 2013, que muestra a los empleados de un banco con su secuestrador, Clark Olofssonen, en el sótano del banco Kreditbanken, en Norrmalmstorg, Estocolmo, Suecia, el 23 de agosto de 1973. Clark Olofsson, uno de los criminales más famosos de la historia de Suecia y uno de los protagonistas del atraco que dio nombre al conocido como "síndrome de Estocolmo", ha fallecido a los 78 años en un hospital del país escandinavo. EFE/ Police Handout SÓLO USO EDITORIAL / SÓLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Copenhague, 26 jun (EFE).- Clark Olofsson, uno de los criminales más famosos de la historia de Suecia y uno de los protagonistas del atraco que dio nombre al conocido como «síndrome de Estocolmo», ha fallecido a los 78 años en un hospital del país del país escandinavo, confirmó este jueves su familia a medios suecos.

Olofsson se pasó media vida en prisión por numerosos crímenes que incluyen desde intento de asesinato y robo hasta maltrato y delitos con estupefacientes, pero el más conocido de todos fue el llamado «drama de Norrmalmstorg», un atraco a un banco en el que los rehenes entablaron una relación de complicidad con sus secuestradores que dio nombre al popular término psicológico.

Jan Erik «Janne» Olsson entró el 23 de agosto de 1973 encapuchado, armado con una metralleta y con explosivos en la sucursal del Kreditbank en la céntrica plaza de Norrmalmstorg en la capital sueca.

«Tiraos al suelo, ahora empieza la fiesta», dijo en inglés antes de disparar al techo, tomar como rehenes a tres empleadas y planteó condiciones a la Policía: tres millones de coronas suecas, un coche y vía libre para salir de Suecia.

Olsson exigió además que fuera trasladado desde su celda al banco Clark Olofsson, entonces uno de los criminales más conocidos del país y con quien había coincidido en la cárcel.

Las autoridades aceptaron parte de sus exigencias y llevaron a Olofsson al banco, donde estaba escondido otro empleado que pasó a integrar el grupo de rehenes en la bóveda de seguridad.

Allí permanecieron seis días, en los que secuestradores y rehenes jugaron a las cartas y entablaron fuertes lazos afectivos: llegaron por ejemplo a aceptar una propuesta, rechazada por las autoridades, de fugarse con los ladrones en coche y a asegurar que confiaban en ellos «de forma ciega».

Cuando la Policía liberó a los secuestrados en una operación en la que no hubo heridos, los rehenes se negaron a salir antes que sus captores, por miedo a que éstos fueran castigados y se despidieron de ellos con abrazos.

El «drama de Norrmalmstorg» ha originado varios libros y una película y Netflix estrenó hace tres años una serie inspirada en la vida de Olofsson, que cumplió condenas en varios países, llegó a renunciar a su nacionalidad sueca para recuperarla luego más tarde y estaba libre desde hacía siete años.