Familias de gestación subrogada: «Se hace por ayudar, no por motivos económicos»

Imagen de archivo de una mujer con un vientre de alquiler de gestación subrogada. EFE/ Esteban Biba

Madrid, 6 sep (EFE).- Alrededor de 2.000 niños nacen por gestación subrogada al año en el mundo para familias españolas, aunque se trata de un cálculo aproximado porque en España la gestación por sustitución está prohibida y no se registra la filiación. Las partes implicadas se defienden: «No se hace por motivos económicos, sino con voluntad de ayudar».

Son datos de la asociación Son Nuestros Hijos, que este sábado junto con la Red Latina de Investigadores en Biotecnologías Reproductivas (REDLIBRE) ha reunido por primera vez en el II Congreso Internacional a familias, mujeres gestantes y adolescentes nacidas por gestación subrogada.

Un evento al que han acudido más de 200 personas, según los organizadores, y cuyo objetivo «derribar prejuicios y fomentar un debate informado sobre la gestación por sustitución», señala el portavoz de la asociación, Eduardo Chaperón, a EFE tras lamentar que el actual gobierno de coalición haya derogado la norma que permitía inscribir a los niños nacidos por gestación subrogada en los consulados de EEUU.

Esta práctica no permitida en España sí está regulada en países como Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Dinamarca, México o Grecia, que han avanzado hacia regulaciones que priorizan los derechos de las gestantes y los menores.

En España, la Ley 14/2006 declara nulos los contratos de gestación por sustitución, y la reciente reforma de la ley del aborto la califica como «explotación reproductiva», recuerda Chaperón.

Mensaje unánime: Ayudar para hacer feliz

El mensaje que se ha transmitido por los participantes en el congreso es que el motivo económico no es el objetivo de esta técnica de reproducción asistida.

Mary Ellen Osborne, técnico en Disney Florida, se enteró que fue adoptada con 17 años y tenía claro que quería una gran familia. A partir de su cuarto hijo decidió «ayudar» a otras personas a lograr crear una familia y relata que los requisitos que pasó no fueron fáciles.

«Lo mas importante es ser conscientes del proceso» señala sentada a lado de su hija Fiorella, gestada por ella para una pareja francesa y que estuvo durante 18 años sin poder ser inscrita como hija de sus padres por falta de regulación en Francia.

Violet y Ginger son dos adolescentes gemelas que coinciden en que «hay personas que quieren tener una familia feliz».

«Nunca sobra gente que te quiera», afirma Fiorella, que se siente orgullosa y feliz de tener dos familias, su madre gestante y sus padres adoptivos o incluso biológicos, mientras Nancy, otra mujer gestante estadounidense, insiste en que «es normal que se compense económicamente, pero lo más importante es hacerlo por el deseo de ayudar a otros».

Eduardo Chaperón ha tenido dos hijas con su pareja a través de la misma gestante y deja claro que se decidió porque lo primero que le dijeron es que «lo que iban a recibir era el mayor regalo del mundo».

Lo cierto es que en EEUU se necesita un presupuesto elevado para poder acometer este proceso, que puede llegar hasta los 200.000 euros, frente a un coste menor, por ejemplo en Colombia.

La horquilla económica es muy amplia y puede ir desde los 20.000 hasta los 200.000 euros.

Edu y Sergio, periodistas de 43 y 39 años, tienen dos niñas nacidas en Colombia, de 8 meses y 3 años, y con una sonrisa de oreja a oreja cuentan a EFE que no podían costearse este proceso en EEUU. Recuerdan que no se puede «criminalizar a los países latinos» porque «las gestantes están súper bien cuidadas, los procesos son súper respetuosos y ellas están muy informadas».

De hecho, algunos análisis realizados por asociaciones de gestación subrogada señalan que las mujeres gestantes tienen un nivel económico por encima de la media en su país.

«Hay casos de famosas millonarias que han llevado a cabo la gestación subrogada», recuerda Eduardo que reconoce que hay unos gastos que deben ser compensados cuando se quieren tener buenas garantías.

No obstante, no siempre ocurre así y por ello las asociaciones y agencias involucradas en estos procesos urgen regular bien para asegurar que se hace por un buen motivo.

Un proceso complicado

El proceso que puede durar dos años es complicado, porque las familias que acuden a mujeres gestantes no tienen opción de elección y es la gestante la que elige en muchos casos a la pareja tras pasar una serie de entrevistas y ver si hay coincidencias.

Son miles las familias españolas, el 60 % homosexuales y monoparentales y un 40 % heterosexuales, las que optan por esta vía a través de agencias que buscan mujeres gestantes adecuadas a su perfil psicosocial e incluso económico en EEUU, donde la seguridad jurídica es mayor.

Vínculos de amistad

El 50 % de las mujeres gestantes repiten el proceso aunque reconocen que el vínculo con sus bebés nacidos no es el mismo que con sus hijas biológicas y ven a estos hijos como «sobrinos o sobrinas, o hijos o hijas de amigos». Lo cierto es que el 90 % de las personas que acuden a estos procedimientos mantiene una relación constante con la mujer gestante.

«Pensaba que me podría venir el síndrome de ‘mama oso’ cuando estaba embarazada de gemelos, pero cuando llegó el día, vi que era su bebé, algo mágico», incide Rachel, mientras insiste en que «hay que ser conscientes de lo que estamos haciendo y hacerlo con ganas».

Las adolescentes que han relatado sus casos señalan que es necesario saber que han nacido por gestación por sustitución. Lia Giartosio, joven italiana nacida en California, afirma que para ella es algo «natural y me siento con suerte porque conocía a todas las partes».

«Nunca he tenido ninguna experiencia negativa», señala Lia mientras su madre gestante resalta la importancia de que ya hayan sido madres las mujeres que inicien este proceso.