Madrid, 12 may (EFE).- El Partido Popular celebrará su XXI congreso este verano, unos meses antes de lo previsto, un cónclave que llega en un momento de unidad en la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo, que no augura ‘a priori’ sorpresas, y en el que se ha marcado un claro objetivo: alcanzar la Moncloa.

El congreso será el 5 y 6 de julio y será extraordinario, ya que el calendario estipulado según los estatutos del PP marcaba 2026. Se celebrará en Madrid, capital de la comunidad gobernada por Isabel Díaz Ayuso, una de las figuras prominentes del partido que había pedido su adelanto.
Feijóo ha convocado el Congreso en un momento de liderazgo absoluto en el partido, por lo que no se esperan grandes sorpresas en el cónclave, aunque fuentes de Génova afirman que el equipo del líder popular no tiene miedo de que pueda presentarse una lista alternativa y que los debates les incomodan.

El XXI congreso seguirá al celebrado en Sevilla en abril de 2022, también extraordinario, en el que Feijóo resultó elegido líder tras la polémica salida de Pablo Casado.
Veinte congresos y ocho presidentes
Los veinte congresos celebrados hasta ahora han servido para elegir a un total de ocho presidentes: cuatro en los nueve primeros, convocados bajo el nombre de Alianza Popular (Federico Silva, Félix Pastor, Manuel Fraga y Antonio Hernández Mancha) y otros cuatro en los once últimos, ya como Partido Popular (José María Aznar, Mariano Rajoy, Casado y Feijóo).
La historia de los congresos del PP se remonta a 1977, cuando Alianza Popular celebró el primer cónclave y nombró presidente a Federico Silva y secretario general a Manual Fraga, exministro franquista y fundador de la formación.
Fraga se convirtió en presidente del partido durante el III Congreso Nacional (1979) y se mantuvo hasta que en el octavo fue elegido Antonio Hernández-Mancha, después de que el gallego dimitiera al no mejorar los resultados electorales. Volvió a ser elegido presidente de AP en el IX congreso.
El X, la refundación
En la historia de sus congresos populares destaca como el más significativo el de Sevilla de 1990, ya que marcó el camino a seguir hacia la Moncloa y que el partido celebró ya con el nombre del Partido Popular.
José María Aznar fue proclamado presidente nacional con el 96 % de los votos y se puso fin al proceso de refundación que dio lugar a una formación autodefinida como “independiente y moderada”.
En aquel encuentro Fraga pronunció la frase que marcó aquel cónclave, “Ni tutelas ni tutías”, con la que pretendía simbolizar la cesión absoluta a Aznar del control de una formación que nunca había logrado presidir el Gobierno y que un año antes había cambiado hasta de nombre en busca del centro político.
El congreso de Rajoy
Quince años más tarde y tras gobernar dos legislaturas seguidas, José María Aznar decidió no presentarse a la reelección y el XV congreso celebrado en Madrid en 2004 eligió a su candidato propuesto, Mariano Rajoy, como su sucesor.
Rajoy logró la presidencia del Gobierno en 2011 y a su marcha, tras abandonar también la presidencia del partido cuando perdió la moción de censura presentada por el PSOE en junio de 2018, el PP tuvo de nuevo que elegir entre dos candidatos a liderarlo.
En el XVIII congreso (2017) había surgido el sistema de doble vuelta que se puso en práctica en el XIX Congreso, en el que los postulantes fueron cinco en una primera vuelta, si bien finalmente solo quedaron dos en liza: Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado.
Desde Casado a Feijóo
El elegido del cónclave celebrado en Madrid en 2018 fue Pablo Casado con 1.701 votos, frente a los 1.250 de Soraya Sáenz de Santamaría.
Pero Casado no logró revalidar su cargo. En abril de 2022 se convocó un congreso extraordinario en Sevilla para resolver una insólita y veloz crisis, a raíz de su encontronazo público con la presidenta madrileña, Díaz Ayuso.
Con sus cuatro mayorías absolutas logradas en Galicia, Feijóo llegó como candidato de consenso y el beneplácito de los barones del PP y logró el apoyo del 99 % de los compromisarios en aquel cónclave.
Ahora espera revalidar su cargo en Madrid, en menos de dos meses, y lanzarse a por su gran objetivo pendiente, llegar a la Moncloa, una marca que no alcanzó en las generales de 2023 pese a ser el candidato más votado.
Paula Escalada Medrano