Paula Escalada Medrano
Madrid, 21 mar (EFE).- Este viernes se cumplen tres años desde que Alberto Núñez Feijóo fuera elegido por las bases como nuevo líder del Partido Popular. Un periodo complejo e insólito políticamente hablando, marcado por los hitos regionales del PP, los equilibrismos con Vox y un gran fiasco: no haber logrado llegar a la Moncloa.
Tras aquel 99,63 por ciento de apoyos y el posterior ‘sí’ de los compromisarios en el Congreso celebrado en Sevilla el 2 de abril de 2022, se ponía punto y final a una de las etapas más oscuras del partido, una crisis inédita que acabó con Pablo Casado fuera de la política tras su enfrentamiento frontal con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Con sus cuatro mayorías absolutas logradas en Galicia, Feijóo (Os Peares, Orense, 1961) aterrizaba en Madrid con el beneplácito de los barones del PP y dos misiones principales: reflotar y coser un partido totalmente dividido y alcanzar la Moncloa.
Lo primero lo logró ampliamente. Hoy son contadas y anecdóticas las voces discordantes en el PP y las líneas discursivas de los diputados, los barones y la cúpula directiva suelen transcurrir por direcciones únicas, las que salen desde Génova y el equipo más cercano al político gallego.
“Ha cumplido con la estructuración del partido, no hay enemigos declarados, ni hay aspirantes a sucederle declarados”, cuenta a EFE el politólogo Xosé Luis Barreiro Rivas, autor de la biografía ‘A propósito de Feijóo’ (Ediciones Nobel).
Con la aparente unanimidad en torno a su figura, Feijóo camina tres años después de su mudanza a Madrid con el gran objetivo por el que hizo las maletas pendiente: convertirse en presidente del Gobierno.
Varios éxitos y un gran fiasco
Al no ser diputado, Feijóo entró en la política madrileña mediante el Senado, por designación autonómica, y desde allí protagonizó sus primeros cara a cara con el presidente Pedro Sánchez en las sesiones de control de la Cámara Alta.
Llegó prometiendo moderación y defendiendo la importancia de “sacar a la política española del enfrentamiento y de la hipérbole permanente”.
La llegada de Feijóo fue un revulsivo para el PP y en aquella primavera de 2022 se colocó líder en los pronósticos electorales. El ‘efecto Feijóo’ lo llamaron.
En aquellos primeros meses con el gallego al mando el Partido Popular logró históricas victorias como la de Juanma Moreno en Andalucía.
Aunque también inició un viraje sin retorno, el de endurecer su oposición tras los primeros grandes enfrentamientos con el Gobierno de Sánchez por cuestiones como la renovación del Consejo General del Poder Judicial o la reforma del Código Penal sobre el delito de sedición para normalizar la situación en Cataluña tras el ‘procés’.
Feijóo debutó en unas elecciones a nivel nacional en las autonómicas y municipales del 28 de mayo de 2023 en las que el PP logró el hito de arrebatar seis autonomías a la izquierda (algunas de ellas gracias a pactos con Vox) y convertirse en la fuerza más votada en las municipales.
Las generales fueron adelantadas y el PP esperaba arrasar pero, pese a ser el partido más votado, solo logró 137 escaños y no consiguió sacar a Sánchez de la Moncloa.
Los años difíciles
¿Cómo han sido estos tres años para el líder popular? “Han sido difíciles, más que malos (…) por el modelo de política en el que hemos caído”, apunta Barreiro.
Y cada vez menos moderados, haciendo una línea más dura de oposición contra Sánchez, centrada en los últimos meses en el independentismo catalán y los casos de corrupción relacionados con el Gobierno, e intentando hacer equilibrios con Vox.
En opinión de el consultor político y presidente del Ateneo de Madrid, Luis Arroyo, han sido años “decepcionantes”.
“El PP cierra filas con su líder, porque no puede cambiarlo, pero incluso entre sus cuadros la valoración es mediocre. Feijóo es como los vinos gallegos: viaja mal fuera de Galicia”, apunta a EFE.
Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el PSOE conserva su ventaja de 5,3 puntos sobre el PP, con ambos partidos subiendo 1,6 puntos en estimación de voto.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y su cuestionada gestión de la dana son “el talón de Aquiles” de Feijóo, apunta Arroyo.
El del Gobierno de Sánchez, la división de sus socios de Gobierno, es una ventaja a la que se aferra Feijóo para pedir, con cada vez más frecuencia, un adelanto electoral de las elecciones generales, previstas para 2027.
¿Será Feijóo un líder de largo plazo? “Si logra echar a Sánchez del poder en las próximas elecciones, lo será”, apunta Barreiro.
Si no, señala por su parte Arroyo, “si no gobierna y se va, nadie se acordará de él”, porque “la gente -y los partidos más aún- olvidan el número de votos si no puedes gobernar”.