Madrid, 8 jun (EFE).- El PP ha congregado a varias decenas de miles de personas en Madrid en la primera gran concentración que su líder, Alberto Núñez Feijóo, convoca contra la «corrupción» del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, al que ha pedido que se rinda ante «la revolución de la decencia y la libertad».

Cinco manifestaciones contra la amnistía había convocado Feijóo, hace más de un año todas, y este domingo ha disfrutado de su primer baño de masas en el que la protesta se centraba en la corrupción, más de un año después de estallar el caso Koldo.

Por ello, el presidente del PP ha considerado que este 8 de junio suponía el pistoletazo de salida de la «rebelión cívica» que, ha dicho, está «listo» para encabezar.
«Para esa revolución que comienza hoy, cuento con todos los ciudadanos honestos y libres», ha expresado Feijóo, que ha retado a Sánchez a llamar a las urnas: «Ríndase a la democracia. Convoque elecciones, las queremos ya, porque nadie le votó para esto».
Unas elecciones para las que ha planteado una disyuntiva: «Un Gobierno de koldos, leires y jéssicas o de gente honrada y decente».
Unas 45.000 personas ha calculado la Delegación del Gobierno en Madrid y hasta 100.000 ha subido el PP la cifra de asistentes, que han llenado la céntrica plaza de España y calles adyacentes, con predominio del rojo y amarillo de las banderas nacionales y sin apenas el azul que identifica al partido de la calle de Génova, ya que Feijóo ha reiterado que esta rebelión no tiene ideología ni adscripción política.
Pese a la repetición de ese mensaje y a la ausencia de simbología del PP, el formato de la convocatoria ha seguido el patrón de un mitin: breves alocuciones de los dirigentes local y regional, José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso, antes del discurso del líder.
Han estado sus predecesores en el liderazgo Mariano Rajoy y José María Aznar en las primeras filas, junto al resto de dirigentes territoriales del partido, muchos de ellos, como Díaz Ayuso, Juanma Moreno, Carlos Mazón o Fernando López Miras, que coincidieron con Sánchez en la Conferencia de Presidentes celebrada el pasado viernes en el palacio de Pedralbes de Barcelona.
A ellos, especialmente a Isabel Díaz Ayuso, ha parecido dirigirse Feijóo en otro momento: «Hay en mi partido, y fuera de él, distintos estilos, distintas intensidades, pero el mismo objetivo que compartimos, que es cambiar esta situación y cambiar este Gobierno».
«Nadie me va a mover de la centralidad, el único espacio capaz de volver a reunir a la mayoría de españoles», ha continuado, y lo ha justificado: «¿O qué pensáis que hizo Aznar con la refundación del partido?».
Este llamamiento a la centralidad lo ha hecho Feijóo minutos después de que los manifestantes hayan aclamado a Díaz Ayuso en su discurso con un cántico coreado: «Tú sí que vales».
La presidenta regional madrileña ha aprovechado sus minutos para hacer una justificación de sus dos sonados plantes en la Conferencia de Barcelona, frente a las lenguas cooficiales y contra la ministra y líder de Más Madrid, Mónica García.
En el primer caso, porque ha deslizado que los nacionalismos periféricos «fabrican identidades», mientras los madrileños no tratan a otros españoles de «maketos, charnegos o godos», y respecto al segundo, al reclamar en la política «menos besos y más respeto».
También ha apuntado que España se asemeja cada vez más a Venezuela, donde las urnas no sirven para que sea considerada una democracia, porque «cuando la democracia popular suplanta a la liberal se entra en dictadura», ha dicho.
Otros líderes territoriales, en declaraciones posteriores a la prensa, han incidido en las ganas de regeneración democrática mostrada por los asistentes, como el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, que ha destacado que ha sido una «concentración cívica», y el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que ha advertido del «cambio imparable» que se avecina, para el que no habrá «fontaneros suficientes en Ferraz» que lo detenga.