Barcelona, 6 may (EFE).- El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este martes que la consulta pública anunciada por el Gobierno respecto de la opa del BBVA sobre Banco Sabadell es una “frivolidad” y un procedimiento que se “aparta de la ley”, y ha censurado que el Gobierno piense que puede tomar estas decisiones de forma “arbitraria”.
El líder del PP ha aprovechado su intervención en la 40 Reunión del Cercle d’Economia, que se celebra en Barcelona, para arremeter contra dicha consulta pública lanzada ayer por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en este mismo foro empresarial.
Feijóo ha advertido de que esa consulta es un procedimiento “no incluido en la ley”, fruto de un “mensaje populista” y, además, “marca un precedente” que le preocupa ante operaciones similares.
Alerta de responsabilidad patrimonial del Estado
“Imagínense si mañana se quieren fusionar otras empresas u otros bancos. Imagino que pedirían una consulta en el territorio o territorios afectados”, se ha preguntado Feijóo, que acto seguido ha alertado de que esta consulta puede dar lugar a una “responsabilidad patrimonial por parte del Estado”.
Más allá de censurar la medida del Gobierno, Feijóo no se ha pronunciado explícitamente sobre la opa, con el argumento de que su opinión personal era “irrelevante”.
Con todo, el líder del PP ha dicho en varias ocasiones que “la competencia bancaria” le gusta y se ha preguntado a quién no le gusta que haya más bancos para poder tener distintas opciones o para pulsar distintas condiciones de acceso al crédito, pero ha insistido en que su opinión aquí no tenía relevancia, porque no dispone de la información que tiene a su alcance el Gobierno.
En esta línea, Feijóo ha puesto el acento en el papel que debe jugar ahora al Gobierno.
Feijóo: “Gobernar es indelegable”
“Gobernar es indelegable. La CNMC se ha pronunciado. Gobierne usted. Y díganos cuáles son las razones y cuál es su posición”, ha añadido Feijóo, para quien convocar una consulta sobre un tema tan relevante tras el pronunciamiento de la autoridad de la competencia es “una frivolidad impropia” de una de las principales economías europeas.
“Dejémonos de frivolidades y consultas sobre una fusión. Esto crea un precedente”, ha avisado Feijóo, que se ha preguntado qué piensan el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España acerca de la consulta.
“En temas tan serios y sensibles, apartarse de la ley, inventar un procedimiento, cuando el procedimiento está reglado y los organismos ya se han pronunciado, nunca se había producido en este país”, ha criticado Feijóo para subrayar la gravedad que, en su opinión, tiene la decisión del Gobierno.
A juicio del líder del PP, habilitar esta consulta pública ante una opa que implica a dos compañías cotizadas supone una “frivolidad enorme”, y se ha preguntado si también se someterá a consulta el aumento del gasto en defensa en España.
“Para ser serios deberíamos consultar también en unas elecciones qué opina España”, ha dicho Feijóo, que se ha mostrado “muy preocupado” por la respuesta del Gobierno en esta fase de la opa.
Feijóo ha subrayado que el Gobierno debe autorizar o bien desaconsejar la fusión entre ambas entidades basándose en “razones poderosas”, pero ha conminado al Ejecutivo a “decidir”.
“Si el Gobierno usa la consulta para alejarse del dictamen de la CNMC, la acusación de arbitrariedad surgirá de inmediato, con las potenciales afectaciones patrimoniales para el Estado”, ha advertido Feijóo.
Asimismo, el líder del PP ha pedido al Gobierno que evite crear “una narrativa de vencedores y vencidos” en la opa.
La opa ha recibido el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Ejecutivo cuenta ahora con un plazo de 15 días hábiles para elevar la operación al Consejo de Ministros y analizar si endurece las condiciones impuestas por el regulador, en su caso atendiendo a criterios de interés general.
Al igual que ayer, la opa, que se lanzó hace casi un año, ha acaparado la atención de la reunión del Cercle, y esta mañana han acudido a ese foro el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, y el consejero delegado de BBVA, César González-Bueno.