Feijóo y los diez millones de votos

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, da un discurso durante la romería popular de O Pino (A Coruña), este sábado. EFE/ Lavandeira Jr

Ana Martínez

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (c), el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda (d), y sus hijas, y el presidente provincial, Diego Calvo (i), posan al inicio de la romería provincial de los populares en O Pino (A Coruña), este sábado. EFE/ Lavandeira Jr

O Pino (A Coruña), 24 may (EFE).- Con un discurso más propio de un período electoral, el presidente del PP ha pedido este sábado en O Pino (A Coruña) “diez millones de votos”, incluso “más”, que permitan ofrecer a España un gobierno “estable” capitaneado por su partido y reconocer “al (Alberto Núñez) Feijóo de las grandes victorias”.

Con el aire relajado que da una camisa desabotonada en una jornada de calor, el jefe de los populares ha viajado a Galicia para acudir a una romería que cada vez gana más peso a restaurar fuerzas y animar a salir al ataque para “derribar democráticamente”.

“Cuando me comprometo, cumplo”, ha avisado con la vista puesta no solamente en el próximo congreso en el que este verano opta a reeditar su liderazgo; también en la futura convocatoria de elecciones generales.

“España es un pueblo decente y yo le voy a dar un gobierno decente”, ha prometido ante los 4.000 militantes que lo escuchaban en la robleda, y ha pedido que “los responsables de la degradación acaben donde deben acabar: donde diga la Justicia”.

“Que la verdad vuelva a ser el escudo”, ha arengado, al cargar contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez al que ha avisado de que se acabó el enfrentar a todas las capas, no solamente la izquierda y la derecha, también a hombres contra mujeres, mayores contra jóvenes y trabajadores contra empresarios, unas hostilidades que ha atribuido a Sánchez y a los suyos.

“Se acabó el enfrentamiento”, ha voceado Feijóo, que se ha marcado compromisos, tres en concreto, que son más España y menos separatismo, más libertad y menos imposiciones, y más prosperidad y menos intervencionismo.

Ha prometido una auditoría para que los españoles sepan a qué se dedica su dinero, bajar impuestos, hacer reformas, respetar la independencia del Poder Judicial y la libertad de los periodistas, que los jóvenes “vuelvan a querer comerse el mundo y no vivir en un piso de alquiler y compartido” y que las casas sean de los propietarios y no de quienes las ocupan.

“Vamos a abrir un tiempo nuevo, con valores, con convicción, con verdad. No queremos un simple relevo de caras. No es un turno. No queremos gobernar por el simple desgaste del PSOE”, ha espetado.

Y ha repartido abrazos, se ha hecho fotos y ha conversado con personas que lo paraban en esta comida popular y campestre con ambientación musical.

“Alberto a la Moncloa” o “Presidente, presidente” son cánticos que ha podido escuchar.

El titular de la Xunta, Alfonso Rueda, le ha agradecido su “valentía” y ha hecho hincapié en los momentos “muy duros” que su antecesor ha vivido, por “enemigos” que no funcionan “con las reglas de la gente normal, de la gente buena”.

“Pero sabemos que vas a poder con eso”, le ha garantizado.

El responsable del PP en A Coruña, Diego Calvo, ha compartido su convicción de que Feijóo será presidente “más pronto que tarde” porque los españoles “no van a olvidar a Koldo, Begoña, Ábalos o Tito Berni”.

Después, un noble final con empanada, pulpo y carne ‘ao caldeiro’, uno de los platos más tradicionales y populares de la cocina gallega a base de patatas de la tierra, carne de ternera, unto y pimentón.