Madrid, 30 jun (EFE).- Desde Rumasa a Abengoa pasando por Banesto, Gescartera o Bankia, el periodista Miguel Ángel Noceda recorre los grandes casos de corrupción empresarial de la democracia española en ‘Fiascos, S.A.’ (Debate), un libro en el que califica las privatizaciones de la etapa de Aznar de «golpe de Estado democrático».
A la vez que repasa esos casos, Noceda (Comillas, Cantabria, 1957), que trabajó durante más de tres décadas en el diario El País y actualmente preside la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), traza una historia de la economía española reciente al ubicarlos en su contexto.
Repasa desde la reconversión industrial a la reestructuración del sector bancario, del crecimiento ligado a la entrada en la Unión Europea a la burbuja tecnológica y la inmobiliaria o la gran crisis del 2008.
El libro recoge «grandes fracasos empresariales en los que se dan casos de corrupción y de otros delitos económicos y todos ellos han sido juzgados o en algunos casos están en proceso», ha señalado a EFE Noceda, en referencia a Bankia, cuya sentencia ha sido recurrida, a la Banca Catalana, que se juzgará en noviembre o al del Banco Popular.
La conclusión a la que ha llegado el autor después de este trabajo es que «siempre hay dirigentes que buscan un enriquecimiento fácil» y que «la condición humana es determinante cuando aparecen oportunidades de dar pelotazos».
Un término éste último que ganó tal popularidad que la RAE acabó incluyendo en su diccionario una cuarta acepción como «operación económica que produce una gran ganancia fácil y rápida».
Cada caso va ligado a un personaje, cada cual más intrigante o estrafalario. Ruiz Mateos en Rumasa, Javier de la Rosa en KIO-Torras, Manuel de la Concha y Mariano Rubio en Ibercorp, Juan Villalonga en Terra o Díaz Ferrán en el caso Marsans.
Pero si hay uno paradigmático de la «España del pelotazo» es Mario Conde. «Fue un icono de esta perversión», subraya Noceda, «se dedicó a vivir la gran vida y a hacer lo que le daba la gana y se llegó a convertir en la gran esperanza blanca política de la derecha».
Del caso Gescartera Noceda destaca que supuso un terremoto en el Gobierno, con dimisiones de la presidenta de la CNMV, Pilar Valiente y el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna; y de Rodrigo Rato que «se excedió en sus atributos» en Bankia tras haber dirigido el FMI.
El Banco Popular, durante muchos años «el más rentable del mundo», se hundió por «errores en su política hipotecaria» y Abengoa, empresa de energía verde alabada por Barack Obama como ejemplo de innovación y sostenibilidad, se fue a la deriva por «un presidente que se creyó por encima de sus posibilidades», en alusión a Felipe Benjumea.
En lo referente a la culminación de las privatizaciones que llevó a cabo José María Aznar tras su llegada a la presidencia del Gobierno en 1996, Noceda considera que «dio un golpe» al colocar en las grandes empresas a personas afines que no eran las adecuadas para el cargo.
Menciona a Juan Villalonga en Telefónica, que llevó a la ruina a muchos pequeños accionistas con Terra, a Francisco González como sustituto de Francisco Luzón en Argentaria o a Rodolfo Martín Villa en Endesa. «Todas estas empresas con estos presidentes estuvieron al servicio del Gobierno del PP», afirma.
Con todo, Noceda hace hincapié en que estos casos son árboles que «no deben ocultar el bosque» y que en estos años y especialmente a partir de la entrada en la Unión Europea, la economía española ha experimentado un crecimiento extraordinario: el PIB se ha multiplicado por más de 2,5, la renta per cápita ha pasado de 5.000 a 40.000 dólares y el empleo de 11 a 21 millones de ocupados.
«Las empresas se han modernizado claramente, sobre todo las grandes, han mejorado la productividad y se han internacionalizado», afirma, «existen grandes grupos empresariales en el sector bancario, en la construcción, las telecomunicaciones o en el sector eléctrico que han hecho las cosas bien y que son ejemplo a nivel mundial».