Filipinas celebra unos comicios a mitad de mandato clave para Marcos Jr. y los Duterte

Filipinos se dirigen a las aulas para votar en una escuela utilizada como centro de votación en Ciudad Quezón, Gran Manila, Filipinas, este lunes. Se espera que unos 68 millones de ciudadanos emitan su voto durante las elecciones intermedias nacionales y locales del 12 de mayo, en las que se espera cubrir aproximadamente 18.000 puestos gubernamentales, desde senadores hasta funcionarios locales. EFE/ Rolex Dela Pena

Manila, 12 may (EFE).- Filipinas aguarda los resultados de unas elecciones a mitad de mandato, marcadas este lunes por varios sucesos que causaron al menos cuatro muertos y doce heridos, así como por las altas temperaturas, y en las que resulta clave la disputa entre el presidente, Ferdinand Marcos Jr., y la familia del encarcelado exmandatario Rodrigo Duterte.

“¡Acabó la votación!”, subrayó la Comisión Electoral del país asiático (COMELEC) a las 19:00 hora local (11:00 GMT), mientras empezaba a recibir los resultados parciales de los comicios en las próximas horas. El país asiático deberá aguardar sin embargo hasta la semana que viene para contar con las cifras oficiales.

Una docena de los 24 escaños del Senado, la totalidad de los 318 puestos de la Cámara Baja del Congreso y más de 18.000 puestos de la administración local están en liza en los comicios, para los que más de 68 millones de personas estaban llamadas a las urnas.

Disputa en la cima del poder

La ex primera dama de Filipinas, Imelda Marcos, vota en una escuela utilizada como centro de votación en la ciudad de Batac, provincia de Ilocos Norte, Filipinas, 12 de mayo de 2025. Los filipinos acudieron en masa a los centros de votación para emitir sus votos en las elecciones de mitad de período nacionales y locales del 12 de mayo, con aproximadamente 18.000 cargos gubernamentales que se espera que sean cubiertos, desde senadores hasta funcionarios locales de la aldea. (Elecciones, Filipinas) EFE/EPA/BERNIE SIPIN DELA CRUZ

Las elecciones a mitad de mandato son vistas como un referéndum a la gestión del presidente, Ferdinand Marcos Jr., para quien es crucial mantener una mayoría suficiente en el Senado para impulsar políticas clave.

Mark Iñigo, justo antes de votar en un concurrido centro en el manileño barrio de Makati, afirmó a EFE que para él el balance del presidente Marcos “es un poco una mezcla, ha hecho algunas cosas buenas y otras que no están tan bien”.

“Creo que la seguridad es muy importante y tenemos muchos problemas con las drogas y los robos, así que no estoy satisfecha con el Gobierno actual”, constató por su parte a EFE Teresa Santos, otra votante del barrio capitalino de Carmona.

Los comicios han estado marcados por la disputa entre Marcos Jr. y la vicepresidenta, Sara Duterte. Aunque ambos obtuvieron una arrolladora victoria en las elecciones presidenciales de 2022, su alianza no tardó en degenerar en una pelea pública.

La vicepresidenta, que llegó a afirmar el pasado noviembre que había dado órdenes de matar a Marcos Jr. si ella misma era asesinada, ha sido acusada de corrupción y se enfrenta a un juicio político ante el Senado que podría desembocar en su destitución, eliminando sus opciones de optar a dirigir el país en 2028.

Es por ello que aspira a posicionar a un número suficiente de senadores leales al clan Duterte para garantizar su supervivencia política.

“No voy a decir qué número porque me podríais acusar de tener un exceso de confianza”, dijo Sara Duterte después de votar, preguntada por cuántos aspirantes a senador cree que resultarán elegidos. “Pero más de dos”, zanjó.

El arresto de Rodrigo Duterte, foco de la campaña

- Una foto de mano puesta a disposición por Team Pacquiao muestra al ex boxeador y senador Manny Pacquiao votando en un centro de votación en Kiamba, provincia de Sarangani, sur de Filipinas, el 12 de mayo de 2025. Los filipinos acudieron en masa a los centros de votación para emitir sus votos para las elecciones nacionales y locales de mitad de período del 12 de mayo, con aproximadamente 18.000 puestos gubernamentales que se espera que se cubran, desde senadores hasta funcionarios locales de aldeas. (Elecciones, Filipinas) EFE/EPA/TEAM PACQIAO HANDOUT USO EDITORIAL ÚNICAMENTE/NO VENTAS

La detención el pasado marzo del expresidente Rodrigo Duterte, acusado por la Corte Penal Internacional (CPI) de crímenes contra la humanidad en el marco de su sangrienta guerra contra las drogas, se ha convertido también en un tema central en estos comicios.

No solo porque sus seguidores hayan calificado el arresto de un “secuestro” ilegal, sino también porque los efectos se dejaron sentir incluso en el campo del presidente: su hermana Imee y la política Camille Villar, ambas aspirantes al Senado y alineadas con el expresidente, rompieron con la alianza de Marcos Jr. y fueron “adoptadas” por el partido de Duterte el pasado sábado.

El exmandatario aspira a la alcaldía de su bastión sureño de Davao, a pesar de estar detenido en La Haya, y las elecciones son vistas como un baremo a la popularidad de su dinastía, con otros cuatro miembros de su familia optando a varios puestos a nivel nacional y local.

4 muertos y 12 heridos

La violencia suele acompañar a los comicios en Filipinas y, según la Policía del país asiático, al menos cuatro personas murieron y doce resultaron heridas en varios incidentes durante la jornada electoral.

Al menos dos personas murieron y ocho resultaron heridas en un tiroteo frente a la oficina del partido local Team Asenso Silay en la región de Negros Occidental, cuando según la investigación inicial un cargo público local y otras dos personas no identificadas “abrieron fuego sin ser provocados”.

La Policía de Filipinas señaló además que un candidato a un puesto de la administración local y su hermano murieron tiroteados en la provincia de Lanao del Sur, en la convulsa isla meridional de Mindanao, mientras que cuatro personas resultaron heridas en enfrentamientos en las provincias de Zamboanga del Sur y Abra.

Las altas temperaturas dificultan el voto

Además de los incidentes violentos, la jornada electoral estuvo marcada por las elevadas temperaturas, típicas de la estación seca y superiores en muchos casos a los 35 grados.

Los colegios electorales no solo registraron largas colas a la apertura de las urnas, sino que el calor causó problemas técnicos en algunas máquinas electrónicas de voto.

David Asta Alares