Fito Páez: Encuentro esta era muy estimulante

El músico Fito Páez en una imagen facilitada. Descreído y desengañado ("Las utopías no sirven finalmente para nada", afirma), Fito Páez ha decidido acudir al pragmatismo para sacarle todo el jugo a esta época de la historia marcada por "el fracaso de las políticas de izquierda" y canalizar energías a su incansable "búsqueda" creativa. EFE/ Sony Music SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Madrid, 25 jun (EFE).- Descreído y desengañado («Las utopías no sirven finalmente para nada», afirma), Fito Páez ha decidido acudir al pragmatismo para sacarle todo el jugo a esta época de la historia marcada por «el fracaso de las políticas de izquierda» y canalizar energías a su incansable «búsqueda» creativa.

El músico Fito Páez en una imagen facilitada. Descreído y desengañado ("Las utopías no sirven finalmente para nada", afirma), Fito Páez ha decidido acudir al pragmatismo para sacarle todo el jugo a esta época de la historia marcada por "el fracaso de las políticas de izquierda" y canalizar energías a su incansable "búsqueda" creativa. EFE/ Sony Music SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

«La ventaja es que encuentro esta era muy estimulante», señala a EFE durante una entrevista en Madrid, donde en unos días recalará con su nueva gira por España, poco después de lanzar quizás su disco más ambicioso, ‘Novela’ (2025), una obra a la vez sonora y cinematográfica, y preparar un ensayo sobre el papel de la música en este «nuevo orden mundial».

Será el 5 de julio en el Palau Sant Jordi de Barcelona donde Páez (Rosario, 1963) comenzará una nueva incursión en vivo por el país en parte para reencontrarse «con la fabulosa diáspora argentina y su demanda entre nostalgiosa e identitaria», que también lo llevará a la capital (Movistar Arena, 8 de julio), Valencia (Marina Norte, 10 de julio) y Marbella (Starlite Festival, 14 de julio).

«Así (mis compatriotas) recuperan la identidad que encuentran perdida por la distancia, por el agobio, el trabajo y el exilio involuntario», subraya ante la importante colonia de argentinos que residen en España actualmente y que se ha convertido en una de las razones por las que en estos últimos años sus visitas han sido más regulares.

La otra es el contacto con Sony España, recién firmado su nuevo contrato discográfico con «un equipo muy cálido» en el que ha encontrado «muchísimo apoyo ante una obra complejísima como ‘Novela'», para la que le han dado «vía libre», asegura.

Treinta y seis años tardó en dar por completado este proyecto que inició en 1988, una obra de 25 cortes a la vez musical y cinematográfica, entre los que se cuelan intervenciones de la actriz, dramaturga y realizadora Lorena Vega y que desarrolla la historia de unos jóvenes «a contra corriente» en un pueblo recóndito de Santa Fe (Argentina), donde Páez pasó su «infancia rural».

«Tenía una fantasía originaria que era hacer el álbum y filmar la película, pero de donde yo vengo ese escenario era casi imposible. Era como ponerme una utopía y finalmente las utopías no sirven para nada», opina el artista desde una posición mucho más descreída de la que pudiera tener hace 30 años, cuando comenzó el proyecto.

Relaciona la causa de ese desengaño «casi al 100 % con el fracaso de las políticas de izquierda, del marxismo europeo y del americano» y cita a filósofos y activistas como el italiano Franco Berardi, más conocido como Bifo, ante la necesidad de una autocrítica que, en su opinión, tampoco se ha dado en su país.

«Yo (la Argentina de Milei) la vivo junto a mis hijos y no me gusta, pero entiendo que había procesos impostergables que realizar dentro de la economía argentina y entiendo también que es un gobierno elegido cada 4 años y que no ha habido una autocrítica abierta de las fuerzas que hicieron posible que Milei esté hoy», reflexiona.

Parte de su análisis lo está vertiendo en un ensayo que publicará próximamente, ‘La música en tiempos de demencia masiva’, «sobre el significado ontológico de la música y sus derivaciones, sobre qué es no en términos infantiles, sino ligado a los poderes de turno y el nuevo orden mundial que arrancó a finales de los 80, con situaciones bien complejas que generan parte de la estética de lo que se llama latino».

Páez señala como consecuencias de esos cambios «la desaparición de la melodía y la armonía en la música», y no es una opinión sino un hecho, asevera, así como que encuentras gente «lucrándose con la música sin ningún interés por su lenguaje comunicativo, curativo y trascendental».

Por contraste, a sus 62 años él sigue ligando su oficio «al laboratorio, a la búsqueda, al proceso, a la artesanía musical que se desarrolla en el tiempo, siendo el tiempo el gran maestro que decanta la obra», como ha hecho con su ‘Novela’.

Sobre los planes que tenía, cuenta que finalmente decidió grabar primero el disco, que lleva en la calle desde marzo, y ahora se encuentra intentando filmar la película, «presupuestando» y pendiente de «un par de leones empresariales».

Javier Herrero.