Miami (EE.UU.), 30 sep (EFE).- El Gobierno de Florida aprobó este martes regalarle un terreno al presidente estadounidense, Donald Trump, para que construya su biblioteca presidencial junto a la Torre de la Libertad (Freedom Tower) en el centro de Miami, donde decenas de activistas protestaron el lunes contra el proyecto.
El Consejo del Fideicomiso de Mejora Interna, conformado por miembros del gabinete del gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, votó de forma unánime por «regalar» un terreno de 2,63 acres (4.046 metros cuadrados) que la universidad pública Miami Dade College usa como estacionamiento.
«Estoy extremadamente orgulloso de anunciar un voto unánime del gabinete de Florida para el traspaso de tierra para la biblioteca presidencial de Donald Trump, que se ubicará en… ¡MIAMI, FLORIDA! Será la biblioteca presidencial más grandiosa jamás construida», anunció Eric Trump, hijo del mandatario, en sus redes sociales.
El acuerdo aprobado llama «regalo» a la cesión del terreno con solo un requisito: que «la propiedad contenga componentes de una biblioteca presidencial, museo y/o centro, o que la construcción haya comenzado» para dicho propósito «dentro de los cinco años a partir de la fecha del traspaso».
Entre los motivos por los que Trump escogería Florida, además de la ubicación de su club Mar-a-Lago, está el cambio de su residencia de Nueva York a este estado en 2019, durante su primer mandato (2017-2021), así como su interés en proyectar su futura biblioteca presidencial como un atractivo turístico, según reportaron medios estadounidenses en junio.
«Consistente con el ADN de nuestra familia, este será uno de los edificios más hermosos jamás construidos, un ícono del paisaje urbano de Miami», reiteró ahora Eric Trump.
Críticos ven «ironía» e «insulto»

Pero activistas, profesores y estudiantes del Miami Dade College consideraron una «ironía» e «insulto» que la biblioteca de Trump esté junto a la Torre de la Libertad, el edificio histórico más emblemático de Miami y que recibió a 400.000 cubanos que huyeron del mandato de Fidel Castro entre 1962 y 1974.
La organización Miami Freedom Project, de latinos progresistas, denunció que colocar junto a esta torre «un monumento a Donald Trump, un presidente abiertamente antiinmigrante, es profanar esa historia.
«El historial de Trump está claro: separó familias en la frontera, satanizó a inmigrantes con su retórica, y restringió oportunidades para que cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos accedan al asilo», expuso en un pronunciamiento.
Mientras que profesores y estudiantes del Miami Dade College cuestionaron la ambigüedad del acuerdo, al argumentar que permitiría a Trump construir otro más de sus hoteles.
«Esta propiedad debería ser utilizada para y por nuestros estudiantes. Se supone que en los planes están una biblioteca y un hotel», señaló a EFE la profesora Yousi Mazpule tras una manifestación contra el proyecto.
Sus defensores ven turismo y honor

En contraste, quienes defienden el plan, como el fiscal general de Florida, James Uthmeier, consideran que la biblioteca presidencial, la primera de esa índole en el estado, traerá turismo y servirá para honrar a un presidente que es residente floridano.
La biblioteca contará cómo Trump «sobrevivió a dos intentos de asesinato, aseguró la frontera y reconstruyó el Ejército de la nación», indicó Uthmeier en un mensaje en video cuando anunció el proyecto.
«No puedo pensar en otra mejor ubicación para contar la historia de Donald Trump, una historia de fuerza, de redención, de victoria, y de sacrificio para el pueblo estadounidense. Es la historia de la mayor remontada política en la historia», manifestó el fiscal.
Pedro Pablo Cortés