Miami (EE.UU.), 17 sep (EFE).- Florida tiene previsto ejecutar este miércoles a David Pittman, condenado por un triple asesinato cometido en 1990, lo que elevaría a doce el número de ejecuciones realizadas en lo que va de 2025, un récord para este estado en lo que va del siglo.
Pittman, de 63 años, será ejecutado esta tarde mediante inyección letal en la prisión estatal de Florida, en Raiford, tras más de tres décadas en el corredor de la muerte.
Desde que la Corte Suprema de Estados Unidos restableció la pena de muerte en 1976, el máximo anual de ejecuciones en Florida había sido de ocho, en 2014.
En 2025, el estado ya ha superado esa cifra con once ejecuciones, más que cualquier otro en el país, seguido por Texas y Carolina del Sur con cuatro cada uno, en un contexto de repunte de este castigo.
El caso de Pittman se remonta al asesinato de su exesposa Bonnie Knowles, junto con sus padres Clarence y Barbara Knowles, en el condado de Polk, un crimen que conmocionó a la opinión pública a inicios de los años noventa.
La defensa intentó frenar la ejecución alegando que Pittman padece una discapacidad intelectual que lo haría inelegible para la pena capital bajo la Constitución estadounidense. No obstante, tanto la Corte Suprema de Florida como la Corte Suprema de Estados Unidos rechazaron sus apelaciones.
Con esta ejecución, Florida se consolida como uno de los estados que más recurre a la pena de muerte en el país. El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, ha aprobado hasta el momento un total de 14 ejecuciones para este año.
Entre las próximas ejecuciones están las de dos reos condenados por asesinatos: Victor Tony Jones, programada para el 30 de septiembre, y Samuel Smithers, para el 14 de octubre.
Organizaciones de derechos humanos han advertido que el creciente número de ejecuciones refleja un endurecimiento de la política penal en el estado.
Hasta la fecha, una treintena de reos han sido ejecutados en Estados Unidos en 2025, lo que marca el total más alto en más de una década.
De estas ejecuciones, 25 se realizaron por inyección letal, 3 por hipoxia por nitrógeno y 2 dos por pelotón de fusilamiento, estas últimas en Carolina del Sur.