Foment dice que el rechazo a la reducción de la jornada laboral evita la quieba del país

El presidente de Foment del Treball, Josep Sanchez Llibre. EFE/Marta Pérez

Barcelona, 10 sep (EFE).- La patronal catalana Foment del Treball se ha congratulado del rechazo del Congreso de los Diputados a la reducción de la jornada laboral y ha considerado que «evita la quiebra económica del país».

El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, ha afirmado en un comunicado que “hoy es un gran día para la economía productiva, para la economía española y para la economía catalana, pero especialmente para las pequeñas y medianas empresas y para los autónomos» porque «con este posicionamiento, nuestro tejido productivo continúa siendo competitivo”.

Sánchez Llibre ha advertido de que “con esta medida probablemente se ha evitado que España entre en una quiebra económica como pasó en Francia cuando se aprobaron las 35 horas».

«Quiero agradecer a todas las fuerzas políticas que se han posicionado en contra de esta iniciativa y, especialmente, a Junts per Catalunya que ha liderado esta acción parlamentaria”, ha manifestado Sánchez Llibre.

Finalmente, el presidente de Foment ha reclamado al gobierno del Estado “que tome nota que estas cuestiones se deben abordar en el marco de la negociación colectiva y nunca mediante una imposición por ley».

Por su parte, el presidente de Pimec, Antoni Cañete, se ha felicitado también por el rechazo del Congreso a la reducción de jornada y ha insistido en la necesidad de que cualquier debate sobre la mejora del tiempo de trabajo se haga con «los máximos consensos políticos y sociales y desde la negociación colectiva».

Pimec recuerda en un comunicado que las pequeñas y medianas empresas constituyen la columna vertebral del tejido productivo catalán y español, y que deben ser actores imprescindibles en la definición de cualquier cambio que afecte a la organización del tiempo de trabajo .

La patronal catalana de la pequeña y mediana empresa reitera su voluntad de trabajar con las instituciones y los agentes sociales para impulsar «fórmulas realistas y consensuadas que aseguren un equilibrio justo entre la mejora de las condiciones laborales y el mantenimiento de la productividad y la competitividad empresarial».