Fotografías que empoderan y enseñan a amar las arrugas y envejecer con dignidad y respeto

Cinco mujeres de más de 45 años, como María Luisa Blanco, 'Magüi', se han puesto ante el objetivo de Elizabeth Amador para lanzar un mensaje a la sociedad: el envejecimiento, sobre todo en femenino, se puede vivir con dignidad y desde el respeto, amando las arrugas y viéndolas como el mapa de una vida. Imágenes cedidas por su autora. EFE/Elizabeth Amador SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Christian Afonso

Las Palmas de Gran Canaria, 13 mar (EFE).- Cinco mujeres de más de 45 años se han puesto ante el objetivo de Elizabeth Amador para lanzar un mensaje a la sociedad: el envejecimiento, sobre todo en femenino, se puede vivir con dignidad y desde el respeto, amando las arrugas y viéndolas como el mapa de una vida.

Ese es el objetivo del proyecto ‘Gaia: El desafío de envejecer siendo mujer’ que, bajo la mirada de la fotógrafa Elizabeth Amador y el impulso de la Fundación Canaria Lidia García, quiere hacer ver a la sociedad que cumplir años es sinónimo de sabiduría y de servir como ejemplo a las nuevas generaciones.

Amador explica en una entrevista con EFE que vio una oportunidad, con motivo del Día Internacional de la Mujer, para reflexionar “sobre los derechos y la dignidad del papel de las mujeres en la sociedad”, pero profundizando un poco más.

Así, se acercó hacia el edadismo, la discriminación por cuestión de edad, que afecta mucho más a ellas que a ellos.

“Estoy viendo que envejecer con dignidad y cierto respeto, sin ser excluidas ni señaladas, está siendo algo complicado”, comenta la fotógrafa.

Cinco son los rostros femeninos que protagonizan las fotografías, retratos de medio plano en blanco y negro en las que aparecen todas con una tela de color hueso y de rejilla sobre sus cuerpos y sin ninguna distracción en la imagen, con las pieles prácticamente limpias.

“No quería ningún tipo de distracción en la fotografía, quería encontrar la esencia de cada una de ellas, pero dentro de una neutralidad. Todas tenían que ir exactamente igual para que ninguna, por su manera de vestir, por su manera de maquillarse, destacara entre las otras”, explica Elizabeth Amador.

Historias muy distintas

Cinco mujeres de más de 45 años, como Estrella Hernández, se han puesto ante el objetivo de Elizabeth Amador para lanzar un mensaje a la sociedad: el envejecimiento, sobre todo en femenino, se puede vivir con dignidad y desde el respeto, amando las arrugas y viéndolas como el mapa de una vida. Imágenes cedidas por su autora. EFE/Elizabeth Amador SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Cada una de las cinco protagonistas de este proyecto, que no solo se quiere quedar en estas mujeres sino ir más allá y montar una exposición más amplia en el futuro, cuenta su propia historia, cómo ha ido viviendo su experiencia con el edadismo o con la discriminación por el hecho de ser mujer.

Una de ellas es May Pérez Serichol, una mujer rural de 73 años que no se lo pensó dos veces cuando la propia Amador le llamó para preguntarle si le interesaría participar en el proyecto. “Todo lo que signifique empoderarnos en cualquier etapa de la vida, lo he secundado”, justifica en conversación con EFE.

Pérez Serichol relata que sí ha notado que tratan de invisibilizarla por el hecho de ir sumando años y se ha dado cuenta de que incluso ella misma también lo ha hecho en alguna ocasión de manera involuntaria: “Me imagino que lo hacemos porque lo hemos ido asumiendo en base a cómo funciona la sociedad”.

Y cuenta una experiencia con el edadismo que vivió hace poco. “El otro día estaba en El Hierro y había un baile de parejas. Se me iban los ojos y no había nadie que me sacara a bailar, y yo saqué a tres hombres a bailar. Los tres me miraron raro y me dijeron que no. El ser mayor y que una mujer te saque a bailar, como que les rompe los esquemas”, apunta.

Por ello, llama a envejecer “de una manera más sabia” y que eso se logra cuando las personas no se creen las etiquetas que les impone la sociedad y cuando dejan de ver la tele para ponerse a hacer “lo que verdaderamente nos sale del alma”.

Cumplir años es “maravilloso”

Cinco mujeres de más de 45 años se han puesto ante el objetivo de Elizabeth Amador para lanzar un mensaje a la sociedad: el envejecimiento, sobre todo en femenino, se puede vivir con dignidad y desde el respeto, amando las arrugas y viéndolas como el mapa de una vida.EFE/ Elizabeth Amador SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Isabel Montesdeoca es otra de las mujeres protagonistas de ‘Gaia’, pero su historia es distinta a la de May, porque ella asegura no haber sido víctima del edadismo. “Yo pensé que a mí no me importa, para mí cumplir años es maravilloso. Es mi experiencia, mi vida, mi todo… Y me pareció que el proyecto era muy bonito”, relata.

Reconoce que sí ha habido comentarios discriminatorios en su trabajo, tanto en el actual como en otros que ha tenido, pero ella dice no haberse sentido aludida y agrega: “Es cuestión de cómo tú estés, es una actitud ante la vida”.

Asegura que ese tipo de comentarios no tienen que ver con ella porque desempeña una labor profesional “que nada tiene que ver con la edad, sino con el compromiso”.

Pero sí los ha visto en otros círculos: “En la familia, alguna hermana consigo misma que no está llevando bien el envejecer”. Y cree que esto se debe a que las propias personas que lanzan ese tipo de comentarios no asumen que están envejeciendo y tratan de “minar la moral” de quienes no tienen esa misma actitud.

Amador tiene claro qué supone ‘Gaia’: “No solo visibilizamos sus rostros, sino que también creamos conciencia, reivindicamos el derecho a envejecer, fomentamos la intergeneracionalidad, creamos un espacio de encuentro entre mujeres de distintas generaciones”.

Y este es solo el primer paso, porque la idea es poder llevar esta iniciativa a otras islas, que haya mujeres que quieran participar, y montar en el futuro una exposición itinerante.