Buenos Aires, 12 sep (EFE).- A seis meses del disparo de un agente de la seguridad del Estado argentino que impactó en la cabeza de Pablo Grillo, durante una protesta en Buenos Aires, el fotoperiodista sufre graves secuelas tras siete intervenciones quirúrgicas, mientras su familia pide justicia y denuncia que el Gobierno de Javier Milei miente.
«Es un Gobierno mentiroso y la gente empezó a darse cuenta», afirma en una entrevista con EFE el padre del fotógrafo, Fabián Grillo, al denunciar la violencia policial ejercida aquel 12 de marzo de 2025 contra periodistas y manifestantes, durante una protesta de jubilados por las políticas de ajuste.
Apenas unos minutos después del inicio de la marcha, Grillo fue impactado en la cabeza con una granada de gas lacrimógeno.
«Ese día empezaron a reprimir antes de que terminara de llegar la gente, porque sabían que si no, perdían», cuenta Fabián Grillo en el jardín del hospital Ramos Mejía de Buenos Aires, donde el hijo ha sido sometido a tantas cirugías y donde el padre ha pasado buena parte de los últimos seis meses.
El disparo atravesó primero una estructura de madera, que estalló en pedazos, luego rozó la cámara de Pablo, que quedó destrozada, para finalmente impactar en su cráneo.
Según la reconstrucción del suceso, realizado por la red ciudadana Mapa de la Policía, con el aporte de cientos de videos y fotos, el cabo de la Gendarmería Nacional Héctor Guerrero disparó el arma de manera horizontal, en contra de lo que indican los protocolos.
Días después, la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, defendió el accionar policial y aseguró que el agente había disparado en dirección al cielo, con un ángulo de 45 grados. «Nos estaba diciendo que lo que veíamos no era cierto. Es un nivel de posverdad extremo, absurdo», dice Fabián.
Aquella jornada terminó con 46 manifestantes heridos y 124 detenidos, lo que llevó a una investigación judicial que cobró velocidad gracias a la reconstrucción hecha por el Mapa de la Policía. Una de la consecuencias es que el gendarme Guerrero está citado a declarar el próximo 17 de septiembre.
«Si te mienten así con algo que se está reproduciendo en miles de canales, ¿qué estará ocurriendo con lo que no se ve? ¿qué estará ocurriendo con la economía?, que son zonas grises que no vemos», se pregunta Fabián.
Grillo cree que, si bien «la gente se empezó a dar cuenta», «es muy grave que todavía haya gente que vote a un Gobierno que te agrede, que te dice que sos un idiota, que les pega a los jubilados, que le quita los remedios a los enfermos con cáncer, que reprime a los discapacitados».
Seis meses de lucha por la verdad

Pablo Grillo, de 35 años, es un diseñador industrial que aparcó esta profesión para trabajar con pacientes de salud mental en un hospital público, que en la pandemia salió a documentar con su cámara los efectos en los barrios de la periferia de Buenos Aires y terminó «socorriendo a las personas en situación de riesgo», explica el padre, también fotógrafo en su juventud.
«Pablo encontró en la fotografía una forma de expresión y de mostrar lo que ocurre, cosa que evidentemente a esta gente no le gusta», añade, para luego sentenciar: «Por algo le pegan a los periodistas».
Fabián Grillo dice que el «protocolo antipiquete», implementado por el Gobierno de Milei en los albores de su gestión, en diciembre de 2023, y que prohíbe a los manifestantes cortar las calles, «es una mentira, un eufemismo, es un protocolo contra la protesta social».
«Vos llegás a protestar y las calles están cortadas por ellos», explica.
El disparo del cabo Guerrero destruyó el cráneo de Grillo. La operación a la que lo sometieron ese día le salvó la vida, pero luego vinieron seis más. Ha logrado sobrevivir, aunque sigue expuesto a cuidados médicos, yendo de un hospital a otro dependiendo de su evolución y con graves secuelas neurológicas.
Un mes después del suceso comenzó a hablar y, desde entonces, ha tenido avances y retrocesos: «Los neurocirujanos no saben cómo Pablo está vivo».
Hoy el fotoperiodista, cuando justo se cumplen seis meses del disparo, «tiene momentos y momentos», explica su padre.
Pablo Grillo «representa la lucha, la resistencia y una respuesta a la mentira», dice Fabián emocionado, mezclando el cariño por el hijo con «cierta esperanza» en la Justicia: «Nuestra historia demuestra que, a la corta o a la larga, el pueblo pone el límite».
Florencia Pessarini
