Franz Ferdinand explota su directazo en Cap Roig

La banda escocesa Franz Ferdinand, ya veterana de la escena underground, visita por primera vez el Festival de Cap Roig, al que llega con un sexto álbum de estudio bajo el brazo, 'The human fear', que capta la esencia musical del grupo. EFE/ David Borrat

David Álvarez

La banda escocesa Franz Ferdinand, ya veterana de la escena underground, visita por primera vez el Festival de Cap Roig, al que llega con un sexto álbum de estudio bajo el brazo, 'The human fear', que capta la esencia musical del grupo. EFE/ David Borrat

Palafrugell (Girona), 15 ago (EFE).- La banda escocesa Franz Ferdinand ha desplegado en Cap Roig su conocido directo, su directazo, un pilar de su trayectoria, con una exhibición de tablas de su cantante, Alex Kapranos, para combinar presentación de disco con contentar a un público que espera los grandes temas.

Kapranos y los suyos se han guardado poco, porque su papel en la gira actual es la de exprimir la retahíla de canciones con las que han sembrado la memoria musical colectiva y hacer con ello que brillen las de ese último trabajo, ‘The human fear’.

Es cierto que los escoceses llegaban con nuevo álbum bajo el brazo, pero también lo es que veinticuatro años de carrera y algunos himnos obligan a un espectáculo que vaya más allá de tocar los nuevos temas.

Kapranos sabe de eso, de controlar que el ritmo sea el que los seguidores de Franz Ferdinand esperan, así que la primera melodía de nueva trinca, la de ‘Build it Up’, llegó cuando les habían servido ya en bandeja algunas canciones tan deseadas como ‘Walk Away’ o ‘Do You Want To’.

Siempre dosificadas, aparecieron más tarde ‘The Doctor’, ‘Bar Lonely’, ‘Black Eyelashes’ -la reivindicación del origen griego del cantante- y, en los bises, seguramente para afianzar la confianza en ‘The human fear’, el tema ‘Audacious’.

El juego de continuo oleaje que propuso Alex Kapranos, que se dejó caer con alguna palabra en castellano para dialogar con el público, hizo que acabasen con ‘Ulysses’ y ‘This Fire’ y que antes de esa propina, hubieran sonado ‘Take Me Out’ y ‘Outsiders’.

La energía que genera un concierto de Franz Ferdinand es algo conocido desde hace décadas y una motivación tanto para quienes se acercan por primera vez a uno de ellos como para los que repiten.

De todo había en el auditorio de los jardines de Cap Roig, la cita organizada por Grup Clipper’s y CaixaBank en un paraje elogiado por Kapranos -«amazing place»-, donde se mezclan desde turistas de diferentes países que pasan unos días en la Costa Brava a público local, si por local se acepta al de Barcelona, igualmente de veraneo.

Unos y otros tenían seguramente la fecha marcada en la agenda, nada menos que un 15 de agosto, el epicentro de la temporada estival, este año en plena ola de calor.

Este día invita a la celebración y el público no ha dudado en levantarse de los asientos y en disfrutar del espectáculo de Alex Kapranos.

Pasados veinticuatro años desde la fundación en Glasgow de Franz Ferdinand, lo que queda claro si se asiste a uno de sus conciertos es que Kapranos se mantiene en plena forma y se siente con cuerda para rato.

Pocos artistas son capaces, después de todo ese tiempo sobre los escenarios, de exhibir una actitud como la de este cantante y guitarrista, que asume por completo el liderazgo de la banda.

Si además acabas de publicar disco y recibes buenas críticas, el mensaje claro es el de que Franz Ferdinand está vivo tras sortear todos los reveses que se ha encontrado en el camino.

Los escoceses han sido una de las perlas del último tramo de este festival de la Costa Brava, que concluirá el próximo martes con la actuación de un referente internacional como Michael Bublé.

Antes de entonces, tiempo para Amaral, que ya ha pisado Cap Roig con anterioridad, y para un doble concierto del músico catalán Joan Dausà.

Bublé se encargará por tanto de la clausura y cerrará un cartel, en el que Franz Ferdinand se ha reivindicado como uno de los nombres destacados en la programación de un festival de la talla de éste por mucho que hayan pasado más de veinte años entre el bombazo de aquel ‘Take Me Out’ entonado esta noche y el ‘The human fear’ acabado de nacer.