Frontex teme que la influencia de Rusia y los recortes de Trump impulsen la Ruta Canaria

Imagen de archivo de un agente de la Agencia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) junto a un grupo de inmigrantes rescatados por Salvamento Marítimo en aguas cercanas a Lanzarote. EFE/Adriel Perdomo

Las Palmas de Gran Canaria, 5 jun (EFE).- La llegada de cayucos a Canarias probablemente se mantendrá o incluso se intensificará en los próximos meses por el deterioro de la situación en el Sahel, el riesgo de que Rusia aproveche su creciente influencia en la zona para presionar a Europa con flujos migratorios y el recorte drástico de la ayuda humanitaria que Estados Unidos ofrecía a países de África.

Es el pronóstico que la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) hace en su ‘Análisis anual de riesgos 2025-2026, un documento que acaba de publicar esta semana con sus previsiones y preocupaciones sobre la situación de los límites exteriores de la Unión Europea y un capítulo dedicado a España, por su condición de frontera suroeste.

Frontex constata que los flujos migratorios por el Mediterráneo Occidental (estrecho de Gibraltar, Mar de Alborán y Baleares) parecen haberse estabilizado desde 2020, con un «ligero repunte desde 2022» que se mantiene, mientras que en la Ruta Canaria considera que puede seguir la tendencia «al alza», pese a las «variaciones estacionales» (en estos momentos, presenta un -35 % respecto los cinco primeros meses de 2024, según los últimos datos del Ministerio de Interior).

Y hace esta advertencia: «Las redes de tráfico de personas en estas rutas se han adaptado a la aplicación de las medidas de control por parte de las autoridades».

A Frontex, que desde hace años tiene agentes que colaboran con la Policía española en los principales puertos de Canarias donde opera Salvamento Marítimo en sus operaciones de rescate, le preocupa especialmente la situación del Sahel y su impacto sobre las islas.

«Se prevé que la presión migratoria sobre Canarias se mantenga alta en 2025 (…). Los cambios geopolíticos en el Sahel están creando condiciones que probablemente seguirán impulsando un aumento de los flujos migratorios, como el de Mali a Mauritania y, desde ahí, a las Islas Canarias», asegura en su análisis anual de riesgos.

De los tres corredores que conforman la ruta (Marruecos/Sahara, Mauritania y Senegal/Gambia), Frontex corrobora que el de Mauritania es el más activo, con «presencia de grupos organizados de tráfico de personas capaces de responder rápidamente a las medidas preventivas, lo que representa una amenaza significativa».

Y con datos que indican que las mafias están allí extendiendo el negocio a Asia, como la creciente presencia de migrantes pakistaníes en cayucos que llegan a Canarias procedentes de Mauritania, remarca.

Pero detrás de Mauritania, subraya, está el deterioro político, de seguridad y humanitario que está sufriendo la región del Sahel, con especial impacto en Mali, desde donde salen miles de refugiados.

«El deterioro de la situación en el Sahel y la expansión de grupos terroristas de Burkina Faso, Malí y Níger a los estados costeros de África Occidental tienen implicaciones significativas para los flujos migratorios en la región. La crisis humanitaria y de seguridad en Malí genera un flujo de refugiados hacia Mauritania y contribuye a la presión migratoria en la Ruta de África Occidental», relata.

Frontex cree «improbable que el empeoramiento de la situación en la región se resuelva pronto, dada la compleja interacción de factores» y avisa de dos factores exteriores que pueden agravar las cosas: la influencia de Rusia y la nueva política de Trump en EEUU.

La Agencia Europea de Fronteras ve a Rusia «a la vanguardia» de la influencia exterior en este momento en el Sahel, donde «expande cada vez más su presencia en la región, especialmente en Malí, Burkina Faso y Níger» a través de las empresas militares privadas, para «extraer recursos, ganar influencia política y demostrar fuerza».

«Rusia también podría aprovechar su presencia para impulsar la migración instrumentalizada hacia Europa y aumentar los costos para que la UE asegure la cooperación con los países africanos en materia migratoria. Esto es especialmente preocupante, dado el historial de Rusia de explotar la migración para promover sus intereses geopolíticos», alerta.

Respecto a la nueva política exterior de Estados Unidos, Frontex estima que el recorte a la ayuda humanitaria decretado por Donald Trump también puede dejarse notar en la Ruta Canaria.

«Es probable que este cambio afecte la migración hacia la UE, ya que la suspensión de la ayuda estadounidense a los países africanos podría crear vacíos de poder que los grupos extremistas y del crimen organizado podrían explotar. Las consecuencias de este cambio de política ya se están sintiendo, y muchos países africanos que dependían de la asistencia estadounidense para la seguridad sanitaria, la vigilancia de enfermedades y los programas de vacunación ahora enfrentan desafíos», argumenta.

El Mediterráneo y el estrecho de Gibraltar

En cuanto a la Ruta del Mediterráneo Occidental, aprecia «una disminución significativa de las salidas desde Marruecos y un aumento de las salidas desde Argelia», circunstancia esta última que se ha traducido en «un aumento repentino de las llegadas a Baleares».

Frontex cree que «la rigurosa vigilancia» de las autoridades de Marruecos y Argelia ha conseguido que esa ruta sea utilizada ahora casi exclusivamente por nacionales de ambos países, con escasa presencia de personas procedentes del África Subsahariana.

Sin embargo, añade, «los grupos de traficantes han desarrollado tácticas para evadir la detección y garantizar que las embarcaciones de migrantes lleguen a la península ibérica sin ser detectadas».

Y en esto último ve un riesgo añadido: «Esto puede permitir que personas con intenciones potencialmente maliciosas se mezclen con migrantes irregulares, entren en la UE sin ser detectadas y participen potencialmente en actividades delictivas».

Para 2025, Frontex prevé que las cifras de llegada de inmigrantes a España por el Mediterráneo y el estrecho de Gibraltar «se mantengan relativamente estables, reflejando las tendencias observadas en 2024», pero recuerda que en ese mismo corredor hay otro factor «crítico»: el narcotráfico desde el norte de África a Europa.