Pantón (Lugo), 20 sep (EFE).- Galicia encara con impotencia los incendios forestales que está sufriendo en este mes de septiembre, tras haber pasado por un agosto terrible, al vivir la mayor oleada de fuegos de su historia.
El avance de las llamas en el incendio que este fin de semana asola a los municipios lucenses de Pantón y Sober, originado en el primero de ellos, ha dejado sensaciones de desesperación entre los afectados por una orden de desalojo.
En declaraciones a EFE, Patricia, ante la casa de sus abuelos, ha mostrado su esperanza de que las condiciones meteorológicas, con la previsión de nuevas precipitaciones para el domingo, faciliten la extinción.
Camilo, otro de los residentes en el lugar, ha admitido que lo pasaron «muy mal todos; si marchamos, la mitad del pueblo arde», y ha señalado que el hórreo de su vivienda fue víctima del fuego, además de parte de sus vides, en pleno período de vendimia.
«Impresionante; para no volver a vivirlo»
«Nos quedamos sin luz; impresionante, para no volver a vivirlo», ha relatado a EFE, un testimonio que coincide con el de Pablo o Ángeles, también propietarios de casas en la zona, que se quejan de los daños materiales y el miedo en una jornada de «infierno, para olvidar».
El agente ambiental de la Xunta de Galicia Xosé Bieito Rodríguez Carballo, ha contado a EFE que la noche fue «bastante complicada» tras saltar las llamas el río Cabe e introducirse a modo de «lenguas de fuego» hacia el ayuntamiento de Sober.
Pese a las complicaciones para la extinción, ha celebrado que se hayan podido «estabilizar la mayoría de perímetros», con una «gran parte del incendio estabilizado», aunque hay «dos zonas activas que son caídas en grandes pendientes hacia el río Sil», lugares de «difícil acceso» en los que se acomete «una labor bastante tediosa», ha explicado.
Rueda: «Los efectivos trabajan ininterrupidamente»
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha visitado este sábado el puesto de mando avanzado de Pantón (Lugo) para el incendio que afecta a ese municipio y al de Sober (Lugo) y ha manifestado que los «efectivos antiincendios están trabajando ininterrumpidamente para atajar los fuegos de estos días».
«La prioridad siempre es garantizar la seguridad de las personas», ha escrito en su cuenta de la red social X tras acudir a la zona junto a la conselleira del Medio Rural, María José Gómez.
La información aportada por el Gobierno autonómico a primera hora de la tarde del sábado indica que continúan activos en Galicia los incendios de Pombeiro, en Pantón, ya con 2.000 hectáreas afectadas y la situación 2 vigente, y de O Torbo, en A Fonsagrada (Lugo), con 20 hectáreas arrasadas.
El foco de Vilaseco, en O Bolo (Ourense), permanece estabilizado y con la situación 2 ya desactivada tras haber afectado a una superficie que ronda las 250 hectáreas.
Las 17 personas evacuadas durante la noche en el núcleo de Abelairas, en Pantón, han regresado a sus casas. Además, según informa el 112 Galicia, en la últimas horas no se han producido nuevos desalojos ni confinamientos debido a este fuego.
La conselleira do Medio Rural, María José Gómez, ha explicado que las llamas han calcinado varias casas y, aunque la situación ha mejorado notablemente con respecto a la jornada del viernes, hay puntos de «mucha complejidad».
Los efectivos están perimetrando para intentar controlar la situación lo «más rápido posible», pero el fuego avanza por zonas de «muy difícil acceso».
La representante autonómica ha alertado en declaraciones a la prensa de que el período de alto riesgo «no ha finalizado» y, por ende, hay todavía «muchísima sequía y mucho material para generar combustión».

