Barcelona, 26 jun (EFE).- El director deportivo del Espanyol, Fran Garagarza, cumple este 26 de junio dos años en el cargo, un tiempo en el que ha gestionado la composición del equipo prácticamente a coste cero y en el que se ha consolidado como uno de los arquitectos clave del proyecto.
Las limitaciones económicas están marcando su paso por el RCDE Stadium. En su presentación, el vasco ya asumió que, pese a la historia del club, tocaba arremangarse. El de Mutriku, con experiencia como director deportivo en el Eibar y en el Wolverhampton inglés, confesó que para él era un reto.
El director deportivo llegó con el equipo en Segunda División y ha logrado recuperar la categoría y mantenerla. En este último curso, el Espanyol se ha salvado en la última jornada liguera, un escenario que desde los despachos de la Ciudad Deportiva Dani Jarque trabajan para no reeditar.
En total, la era Fran Garagarza se ha saldado con 3,7 millones en fichajes (pesan en estas cuentas los tres millones pagados por Pere Milla en agosto de 2023) y 63 millones en ventas. Pese a este balance, desde que aterrizó en el Espanyol el vasco ha asumido, de forma abierta, que vive en economía de guerra.
Garagarza se ha destacado por hacer valer los activos del Espanyol: ha blindado los contratos de sus canteranos y ha esgrimido posturas de fuerza en algunas negociaciones. En julio de 2023, el delantero danés Braithwaite se declaró en rebeldía y dejó la concentración de Marbella, donde se realizaba la pretemporada.
El director deportivo recordó que el atacante tenía contrato y el jugador volvió de inmediato. El mismo verano, con el equipo en Segunda, Garagarza tampoco cedió en las salidas del central mexicano César Montes (al Almería por 14 millones) y del centrocampista Sergi Darder (al Mallorca por 8 y 2 en variables).
Otra de las operaciones más llamativas la encontramos hace una semana: la marcha del portero Joan García, que recientemente ha firmado por el Barcelona. El Espanyol ha ingresado 26,34 millones, su cláusula más el IPC, la segunda mayor venta de la historia del club tras la salida de Borja Iglesias al Betis, por 28.
El guión pudo haber sido muy distinto si el director deportivo no hubiera apostado por renovar al guardameta en noviembre de 2023. Su contrato expiraba este 2025 y lo amplió a 2028. Gracias a ello, las arcas del club blanquiazul han podido recibir un empujón esencial para cuadrar sus cuentas.
El balance de Garagarza, con el equipo en Primera División, debe ser positivo. Aunque no todo han sido aciertos: las cesiones de Cardona y Ünüvar se cortaron este enero y nombres como Veliz o Cheddira no han rendido al nivel esperado en la 2024-25. Todos ellos fueron operaciones a coste cero.
Por otra parte, fue llamativa la decisión de Garagarza de prescindir de Luis García como entrenador, en noviembre de 2023. El equipo era, entonces, quinto en Segunda División. El club lo cambió por Ramis, que posteriormente también fue cesado. Manolo González fue su recambio y con él se logró el ascenso.
Garagarza ha sido, desde entonces, uno de los grandes valedores del actual entrenador blanquiazul. Al margen del primer equipo, en estos dos años el vasco también ha puesto el foco en la cantera, a la que considera uno de los grandes activos del Espanyol para el presente y también para el futuro.
