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García-Alix y sus coordenadas: la vida como motor y la fotografía como lugar de invención

El fotógrafo Alberto García-Alix, durante la entrevista concedida a la Agencia EFE en el marco del Hay Festival de Segovia. EFE/Pablo Martín

Javier Martín

Segovia, 14 sep (EFE).- La ausencia «siempre toca la intimidad» y obra al mismo tiempo como un estímulo creativo, una forma de expresar que el fotógrafo Alberto García-Alix, ha demostrado con sesenta y ocho imágenes comentadas este domingo en el Hay Festival Segovia, en su mayoría inéditas y realizadas durante los últimos quince años.

Este encuentro forma parte de una serie de presentaciones que ya ha llevado a ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla, y que ahora llega a Segovia dentro del marco del Hay Festival, en un ciclo que conecta su obra con un público diverso.

En conversación con EFE, el Premio Nacional de Fotografía ha recordado sus inicios, hace cinco décadas, de los que conserva intactos los valores que marcaron su carácter artístico: «Imagino que lo que me quedan son los valores, que nunca se pierden, las ganas, la curiosidad», ha sugerido.

La vida como palanca

El fotógrafo Alberto García-Alix, durante la entrevista concedida a la Agencia EFE en el marco del Hay Festival de Segovia. EFE/Pablo Martín

Su vida personal sigue siendo el motor de su obra: «Voy siempre con una cámara de fotos y si algo me llama la atención lo hago, así de sencillo», aunque posteriormente cambie a algo más complejo «porque eso pasa por el tamiz de mi mirada», ha precisado.

Esa mirada, ha proseguido, cambia con el paso de los años «porque cuando empecé tenía una mirada más naturalista, de aquí hacia afuera, y ahora no, ahora construyo un diálogo de vuelta» porque la fotografía «para mí hoy no es más que un espacio donde inventarme».

García-Alix (León, 1956) ha resaltado el vínculo entre su obra y el autoconocimiento porque al final «aprendes a mirar: eso se educa, aprendes a encontrar en ti la pulsión de mirar», ha matizado convencido de que todo ese proceso requiere de un «tiempo e interés» para cultivarse.

Un ‘outsider’

El fotógrafo Alberto García-Alix, durante la entrevista concedida a la Agencia EFE en el marco del Hay Festival de Segovia. EFE/Pablo Martín

Con un buen número de reconocimientos oficiales pese a que se considera «un outsider», ha reconocido sus inicios fuera de España y viviendo en París durante un tiempo. Después de haber protagonizado exposiciones por todo el mundo, ha concluido que las imágenes «causan la misma emoción» tanto en Moscú como en Berlín, París o Shanghái.

«En el fondo quieres que las fotos emocionen, que lleguen, que aporten algo. Es halagador siempre cuando lo ves fuera», ha analizado.

Sobre el paso del tiempo, García-Álix no ha ocultado que atraviesa «la edad de las renuncias» y ha puesto el ejemplo de una de sus motos, que «es un ‘pepinaco’ pero para manejarla se me ha pasado el arroz, ya no le saco el partido que le he sacado. El cuerpo envejece, y esto no va a mejorar», ha confesado.