Ciudad de México, 15 jun (EFE).- El escritor argentino Gastón García Marinozzi aseguró este domingo que dar muerte al padre, no con disparos, sino en sentido figurado, tiene algo de sentimiento amoroso y liberador.
«Matar al padre es un acto de amor porque libera a las dos partes. Suena fuerte, pero en el sentido figurativo, freudiano, hay un punto importante en el que se juega el amor y la libertad», explicó García Marinozzi en entrevista con EFE.
El autor, originario de Córdoba, presenta en estos días su novela ‘Instrucciones para matar al padre’, alrededor de la figura paterna, a la cual rinden homenaje hoy en México y otros países de América Latina.
Un hombre, residente en México, recibe la noticia de la muerte en Argentina de su progenitor; en el viaje de ida y regreso a los funerales reflexiona sobre sus vivencias.
García Marinozzi diserta sobre la relaciones de maestros de la literatura con sus padres. Retoma escritos sobre la paternidad de Salman Rushdie, Truman Capote, Paul Auster, Hanif Kureishi, Orhan Pamuk y otros autores de primera fila, y los combina con sus memorias, en un tejido con aliento poético.
«Lo que hice fue escribir historias atravesadas por algunos aspectos en común como la paternidad, la orfandad y la migración. Me interesaba el combo de esas tres cosas,(…) conocer el pensamiento de la serie de escritores que están en este en libro a los que me refiero», confesó.
Del otro lado del yo
«Quiero un hombre que se despida de su padre con un beso», es la frase de la cuentista Lucia Berlin, con la que García Marinozzi comienza su obra, editada por Alfaguara. Un beso al padre es de cierta manera el libro, que tiene de novela, de ensayo, de crónica y de poesía.
«Eso de que los padres machos no besan a los hijos es de otra época. Mi generación ya empezó a tener una apertura en ese tipo de padres. Eso nos llevó a abrirnos a las emociones y vivir de una manera más honesta las relaciones entre padres e hijos», comentó.
Si bien tiene de memoria, ‘Instrucciones para matar al padre’ no es una novela del autor sobre su papá. Aborda la paternidad desde la distancia y escribe con reflexiones sobre filósofos y artistas que pintaron su raya con el padre y sólo así pudieron volar.
«Como lo planteaba Freud en ‘Totem y Tabú’, la idea de matar al padre permite hacer vida propia y darle sentido a la propia existencia superando de alguna manera la figura totémica que puede ser un padre, una figura como un Dios que en un momento da cobijo y empieza a guiar en la vida hasta que uno debe seguir solo», aseguró.
Migrar es matar al padre
García Marinozzi ha sido extranjero en Italia, en España y México, lo cual le ha despertado una sensibilidad para entender el acto de la emigración, un fenómeno normal desde el inicio de los tiempos.
«Todos somos migrantes; el problema de la inmigración es algo inventado. Empezaron los europeos señalando que la llegada de inmigrantes producía problemas, cuando los migrantes ayudaron a sus países a tener un desarrollo económico mayor, diversidad cultural y una potencia de sus sociedades. Hoy, el delirante que gobierna en los Estados Unidos, nos está llevando a una crisis humanitaria», opinó.
La migración es uno de los temas que rige el libro porque partir es una manera de matar al padre, independizarse de la seguridad para crecer en un ambiente azaroso.
«Migrar es matar al padre, es dejar la patria, la tierra, por las razones que sean; a veces obligadas, a veces por voluntad. Hay un acto de libertad en la decisión de emigrar y vivir sin culpar a nadie», comentó.
García Marinozzi ve un peligro en la idea de criminalizar la emigración, un sentimiento parecido al que originó el peor momento de la historia de la humanidad.
«Es importante leer cómo nació, se empoderó y se quedó el fascismo porque estamos viendo algo similar. Estamos creando un ambiente de miedo entre los latinos y los migrantes en Estados Unidos. Se inventaron que el inmigrante es el enemigo y no podemos aceptar discursos de odio como los de Trump», zanjó. E