Mérida, 10 mar (EFE).- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha instado al Gobierno central a escuchar al sector y a los territorios sobre el cierre programado de las centrales nucleares, y a mantener un diálogo abierto con la oposición para establecer una estrategia “a medio y largo plazo”.
“Soy partidario de que en esta materia se acerquen posiciones a nivel nacional para que haya una estrategia de fondo”, ha afirmado este lunes en Mérida, donde ha firmado con su homóloga extremeña, María Guardiola, un protocolo general de actuación conjunta entre ambas regiones en situaciones de emergencia y una declaración institucional para que el AVE Madrid-Lisboa esté operativo en 2030.
A preguntas de los medios sobre su posición respecto al cierre de la central nuclear de Almaraz (Cáceres), previsto para 2027 y 2028, y tras recordar que en su comunidad vivió la clausura de la de Zorita y tiene programada también la de Trillo, ha aclarado que no tiene una “posición cerrada” al respecto.
Todo depende, ha argumentado, desde el punto de vista con que se aborde este problema, de si se está pensando en qué energía necesita España, qué medio ambiente se quiere dejar a las futuras generaciones o la realidad económica que se deriva en el territorio.
Por ello, se ha mostrado partidario de que, en este asunto, “se acercaran posiciones a nivel nacional para que haya una estrategia de fondo”.
En concreto, ha instado al Ejecutivo central a escuchar al sector y a los territorios y también mantener un “diálogo abierto” con la oposición, “con la oposición que tiene posibilidades de gobernar, no con los quintacomunistas que ya están dentro”, ha indicado.
Se trataría, ha expresado, de poder plantear una estrategia a medio y largo plazo porque “hay políticas en las que no conviene estar oscilando ni dar bandazos y la energía -ha dicho- es una de ellas”.
En esta línea, García-Page ha lamentado que en España no ha habido ningún pacto de Estado en materia energética, ni siquiera en el caso del desarrollo inmenso que están teniendo las fuentes renovables, algo que “no ha sido consecuencia de ningún pacto” sino de los “acelerones” que han dado las autonomías.
A su juicio, las comunidades autónomas desean que esta estrategia sea “lo más consensuada a nivel nacional”, teniendo en cuenta además que la coyuntura mundial está llevando, también en la Unión Europea, a “revaluar” su situación “y lo que eran posiciones muy de ultimátum de hace unos años, hoy probablemente ya no lo sean tanto”.
“En la medida en que están mediando crisis, guerras abiertas que están por cerrarse, creo que la situación obliga al Gobierno de España a escuchar al sector”, ha insistido el presidente castellanomanchego, que no cree “para nada que el problema sea de beneficios fiscales”.
