Nueva York, 22 sep (EFE).- El magnate estadounidense Bill Gates, confundador de Microsoft y ahora dedicado a la filantropía, abogó por el uso de la inteligencia artificial (IA) para resolver «problemas de sanidad» y vaticinó unos resultados «fantásticos» para los países más pobres.
«(La IA) está llegando, resolverá muchos problemas y creará nuevos problemas», dijo Gates en una entrevista con EFE en Nueva York, en un evento en el que anunció una inversión multimillonaria en salud global y reclamó que usar la tecnología en temas de sanidad.
«Es casi todo buenas noticias el hecho de que usemos la IA, tanto en el lado del descubrimiento, que acelera la invención de nuevos fármacos y vacunas, como en el lado de la entrega, donde está la visión de la fundación», afirmó el empresario, que aseguró que no hay vuelta atrás.
El filántropo divulgó una «hoja de ruta» para la salud global para salvar millones de vidas infantiles de aquí a 2045, y entre ellas incluyó una mayor inversión en investigación y desarrollo para buscar hallazgos, apartado en el que propone la IA para mejorar la entrega «más inteligente, rápida y barata» de medicinas.
Gates, que dijo que su fundación empezará estudios piloto el año que viene que relacionan la tecnología y la salud, consideró que para «los problemas de sanidad del mundo, la IA es fantástica en todos los países, pero particularmente países que tienen muy pocos médicos», los más pobres.
Y puso un ejemplo simple de su uso por parte de la población: «Una madre en África usando su celular en su dialecto local puede pedir consejo. Estoy embarazada, ¿qué debería hacer con mi dieta? Tengo estos síntomas ¿qué hago? Estamos trabajando para conseguir eso».
La relación entre gobierno y Big Tech, didáctica
Asimismo, consideró positivo que los directivos de las llamadas Big Tech, las grandes empresas de tecnología de EE.UU. que están desarrollando la IA, se estén acercando al Gobierno de Donald Trump debido al efecto que tendrá en su entendimiento del potencial de esta tecnología.
«El gobierno tiene que aprender sobre la IA, así que algún diálogo entre el gobierno y las empresas tiene sentido. Siempre puedes decir, ¿son demasiado cercanos, o es el gobierno demasiado antagonista?», reflexionó, aunque eludió pronunciarse sobre los riesgos y la gobernanza.
«Si el mundo hiciera una votación sobre si deberíamos tener IA o no, eso sería interesante. Pero no vamos a hacer esa votación. La IA se está moviendo a toda velocidad, y a cualquier país que piense en quedarse detenido, los otros países le van a adelantar», sostuvo.
Gates, que reclamó que se trate la interconexión de la IA con la salud tanto como se trata ahora su efecto sobre el empleo o el fraude, concluyó que, en todo caso, es «un asunto en el que cuanto más entienda el gobierno lo que ocurre con la IA, más pueden pensar nuevas políticas que van a ser muy importantes».
Y además aprovechó para elogiar a sus pares, especialmente en Microsoft y OpenAI, a cuya «gente» dijo conocer bien, declarando que las personas con éxito en el sector de la tecnología «son muy filantrópicas» porque no tienen una manera de pensar dinástica, algo que le enorgullece.
«No piensan: ‘Oh, mi familia va a tener este castillo, o llevar este negocio 100 años’. En el mundo ‘tech’, un alto porcentaje están aprendiendo sobre filantropía y planean dar mucho de su dinero», aseguró, poniendo al jefe de OpenAI, Sam Altman, como ejemplo, pues se ha unido a su iniciativa de donaciones «Giving Pledge».