Beirut, 25 jul (EFE).- Tras pasar más de cuatro décadas encarcelado en Francia por complicidad en el asesinato de dos diplomáticos, el militante propalestino de izquierdas Georges Abdallah fue recibido este viernes en su Líbano natal entre gritos de «Libertad» y «Resistencia popular».
Su familia le abrazó en el Aeropuerto Internacional de Beirut, a cuyas puertas se concentraron paralelamente alrededor de un centenar de simpatizantes y representantes de partidos comunistas afines para darle la bienvenida con banderas libanesas y palestinas.
También portaron pancartas con eslóganes como ‘Combatiente Georges Abdallah, bienvenido a casa’. Y entonaron lemas en defensa de la lucha que lleva desde su juventud: ‘No nos rendiremos con Palestina’ o ‘Levántate Palestina y celebra, Georges Abdallah está regresando para ti’, gritaron.
El ciudadano libanés, fundador del grupo de corte marxista Facciones Armadas Revolucionarias Libanesas (FARL), ya disuelto, salió a saludar a sus partidarios entre un fuerte despliegue de seguridad, para marcar su primera aparición pública después de vivir 40 años entre rejas.
Peticiones de libertad

Abdallah fue condenado a cadena perpetua en Francia por complicidad en los asesinatos del agregado militar adjunto de Estados Unidos en Francia, Charles Ray, y del diplomático israelí Yacov Barsimantov, ocurridos en París en 1982.
Esta madrugada, fue finalmente puesto en libertad, después de que las presiones estadounidenses e israelíes hicieran fracasar durante años sus peticiones de libertad condicional, un derecho al que podía acogerse legalmente desde 1999.
Durante la espera frente al aeropuerto beirutí, el miembro del Partido Comunista Libanés Yasser Andari criticó en declaraciones a EFE la «presión» ejercida por ambos países en el caso judicial de Abdallah, al tiempo que aplaudió como este no se «rindió» ni «doblegó» pese a ello.
«Georges Abdallah ya es un símbolo de la resistencia a nivel mundial. Es una causa mundial, y todos estamos viendo lo que está pasando en Palestina y la masacre que está pasando», afirmó.
También condenó las demoras en su liberación otro de los participantes en la congregación, quien considera que la «justicia» que se hizo este viernes en el caso del militante debería haber tenido lugar hace mucho tiempo.
«El sistema judicial francés es extremadamente cuestionado por todas las maniobras que hicieron tanto con base legal como con base ilegal», denunció a EFE el hombre, que prefirió mantener el anonimato.
A su juicio, este es más que un día grande para Abdallah: es un recordatorio de que la «lucha continúa» y una «prueba» de que el activismo permanecerá activo hasta la liberación del pueblo palestino, así como de los territorios libaneses considerados como usurpados por Israel.
Un símbolo propalestino
Abdallah, el preso más antiguo de Europa por delitos de terrorismo, se convirtió en un símbolo de la lucha propalestina. Uno surgido de un contexto menos habitual a los que abundan en la región, pues proviene de una familia cristiana y de una ideología comunista.
«Georges Abdallah es un símbolo de perseverancia y un símbolo de la causa palestina. Tuvo una gran influencia en esta causa humanitaria antes de que se convirtiera en una causa árabe», destacó a EFE Ziad, otro simpatizante que este viernes acudió a recibirle al aeropuerto.
Esta semana, la Campaña Nacional para su Liberación consideró que la decisión de dejarle ir habría estado en cierta medida alentada por la presión que ejerce la situación en la Franja de Gaza y por el «peso» que el caso del ciudadano libanés puso sobre las autoridades galas.
Anoche mismo, pocas horas antes de su puesta en libertad, Francia anunció que reconocerá el Estado palestino.
George Abdalla, de 74 años, salió del aeropuerto con una kufiya (pañuelo) palestina al cuello, tras dedicar sus primeras declaraciones a la prensa a la defensa de Palestina y a criticar el silencio árabe en torno a la guerra de Gaza.
«No estamos preguntando dónde están los combatientes, estamos preguntando dónde están los movimientos populares normales. ¡Solo un poco de dignidad!», proclamó Abdallah.
Noemí Jabois