Lisboa, 4 may (EFE).- La gestión migratoria y la crisis de vivienda y sanidad fueron los temas protagonistas este domingo en el debate entre las ocho mayores fuerzas políticas de Portugal cuando faltan dos semanas para que el país vaya a elecciones legislativas anticipadas.
Este encuentro conjunto entre los líderes de los partidos con representación parlamentaria, televisado por el canal estatal RTP y que se celebra tras varias rondas de debates a dos voces en las últimas semanas, abarcó otros puntos clave, como la crisis política y las perspectivas económicas.
El debate estuvo marcado por las acusaciones lanzadas contra el Ejecutivo del primer ministro en funciones, el conservador Luís Montenegro, y contra el secretario general del Partido Socialista (actual líder de oposición), Pedro Nuno Santos, por el legado que dejó su formación durante los ocho años que estuvo en el poder.
No se comentaron posibles pactos entre partidos, en un momento en el que varias encuestas muestran que Montenegro, presidente del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), que lidera a su vez la coalición conservadora Alianza Democrática, sería el más votado -sin lograr la mayoría absoluta-, seguido de cerca por el PS.
El panorama para gobernar adquiere dificultad si se tiene en cuenta que Montenegro ha asegurado en varias ocasiones que no pactará con la ultraderecha, actual tercera fuerza política en el Parlamento.
El debate comenzó con el señalamiento de Montenegro hacia el resto de partidos, cuando aseguró que si el país va a elecciones es porque el resto de formaciones no le dio su apoyo en la moción de confianza y no por la polémica generada por su empresa familiar Spinumviva.
El Gobierno dimitió en marzo tras perder un voto de confianza en el Parlamento, después de que se diera a conocer la existencia de Spinumviva, fundada por Montenegro y en manos de su familia, que recibió pagos de otras compañías.
Tras las afirmaciones de este domingo, el resto de partidos recordó que si votaron en contra de la moción fue porque el primer ministro no dio las explicaciones suficientes, y criticaron sus resultados aportados tras un año en el Gobierno, que ha mantenido en minoría.
La gestión migratoria, que entró en el debate tras el anuncio este sábado del Ejecutivo de que 4.500 inmigrantes irregulares recibirán una notificación para abandonar el país en los próximos días, fue el tema que más elevó el tono de los participantes.
Santos acusó al primer ministro de haber aprovechado un proceso administrativo que ya existía para obtener rédito político y atraer a votantes del ultraderechista Chega, mientras que Montenegro acusó a Santos de la “situación de caos” que dejó su partido y criticó los bloqueos parlamentarios que impulsaron el PS y Chega en el último año.
En lo que respecta a la crisis de vivienda, Mariana Mortágua, del Bloco de Esquerda, criticó al PSD y PS -que defienden que hay construir más- por pedir un “pacto de paciencia” a las personas que necesitan una casa bajo la premisa de que controlar los precios requiere de tiempo: “Las personas están siendo engañadas”, alegó.
Sobre la sanidad pública, que afronta falta de medios y profesionales desde hace años, el candidato socialista aseveró que el Servicio Nacional de Salud está “en deterioro” por la gestión de Montenegro.
En las cerca de dos horas de debate, Montenegro aseguró que la economía portuguesa está “en un buen momento”.
Dijo esto en referencia a los datos oficiales publicados recientemente, que muestran que el PIB cayó un 0,5 % en volumen en el primer trimestre de 2025 en comparación a los tres últimos meses de 2024, pero que en términos interanuales creció un 1,6 %; y abogó por invertir más en las empresas.
Por otro lado, Santos aseguró que “esta es otra área en la que Luís Montenegro falló” e inviabiliza su programa electoral, una crítica similar a la de Chega.
Otras cuestiones sacadas por los partidos fueron la necesidad de combatir la violencia doméstica, como propuso el partido animalista PAN; subir el salario mínimo, que actualmente se encuentra en 870 euros; o exigir el alto el fuego “inmediato” y el reconocimiento de Palestina, esta propuesta del comunista Paulo Raimundo.
Unos 10,8 millones de portugueses están llamados a concurrir a las urnas el 18 de mayo, las terceras legislativas en cerca de tres años en el país, que en los próximos meses también convocará elecciones municipales y presidenciales.