Glas padece depresión grave y «simula» cuadro psicótico antes del juicio, según psiquiatra

Foto de archivo de Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador durante el mandato presidencial de Rafael Correa (2007-2017). EFE/Mauricio Torres

Quito, 16 jun (EFE).- Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa (2007-2017), padece una depresión grave sin síntomas psicóticos, con un cuadro de ansiedad y un riesgo «mayor» de eventual intento de suicidio, según la evaluación psiquiátrica a la que fue sometido antes de comenzar el nuevo juicio donde está acusado de peculado (malversación de fondos públicos).

El informe de la perito psiquiatra, publicado como parte del expediente judicial de la causa en Ecuador, señaló también que «el evaluado presenta indicadores específicos de simulación de un cuadro clínico de tipo psicótico», pero la especialista observó «inconsistencia» entre las alucinaciones visuales y auditivas a las que Glas hace mención y su comportamiento durante la evaluación.

Incluso, la psiquiatra que lo evaluó consideró que las funciones cognitivas de Glas son normales, si bien se mostró «decaído, triste e irritable». También señaló que «es cauteloso y piensa al entregar información» a la vez que «aparenta desorientación en tiempo».

El examen determinó que la depresión que sufre Glas no afecta a la conciencia ni a la inteligencia, pero sí reduce su voluntad para las actividades cotidianas como permanecer con tratamiento psicofarmacológico.

Así, la evaluadora recomendó «de manera urgente» que se realice una junta médica interdisciplinaria para una nueva evaluación, mientras continúa con el tratamiento psicológico y psiquiátrico.

Glas reporta alucinaciones e deseo suicida

Glas refirió durante la evaluación que sufre de aparentes alucinaciones tras haber sido testigo de varias masacres entre presos ocurridas en la cárcel de Latacunga, como parte de la serie de matanzas que se dieron desde 2021 en varias prisiones de Ecuador debido a un enfrentamiento entre bandas criminales rivales.

«Yo tengo un trastorno de ansiedad generalizado, diagnosticado hace unos cuatro años en la cárcel, después de ver las atrocidades ocurridas en Latacunga, los motines, los descuartizamientos…», relató Glas a la psiquiatra.

«Una vez me resbalé con un charco de sangre. Desde ahí veo alucinaciones, manchas de sangre… a veces veo un miembro, una pierna…», detalló.

Durante la entrevista, Glas también habló de pensamientos suicidas, después de que aparentemente se tratase de quitar la vida hace aproximadamente un año con una sobredosis de fármacos, a los pocos días de haber sido recluido en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, tras haber sido detenido dentro de la Embajada de México en Quito.

«Yo quiero morirme. Me han perseguido tanto… me quieren hacer más daño. Antes de ir a juicio, prefiero quitarme la vida. Ya fallé la vez pasada», señaló Glas, que no quiso detallar la manera cómo llevaría a cabo esta acción.

Comienza el juicio

Este martes está programado nuevamente el inicio del juicio del denominado caso Reconstrucción, donde Glas se encuentra entre los acusados por presuntamente desviar fondos públicos dentro del programa de obras para la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto de 2016.

El inicio del juicio fue aplazado el 6 de junio con el objetivo de que se le practicara esta evaluación psicológica a Glas, quien fue llevado desde Guayaquil, donde se encuentra La Roca, hasta la capital Quito, para comparecer presencialmente ante el tribunal.

Para esta nueva citación, el exvicepresidente solicitó seguir el juicio a través de videoconferencia, pero fue rechazado por los magistrados, que dispusieron que vuelva a comparecer presencialmente.

Glas, uno de los hombres fuertes del Gobierno de Rafael Correa, cumple en la cárcel una pena ocho años de privación de libertad a raíz de dos condenas por corrupción impuestas en 2017, por asociación ilícita en el caso Odebrecht; y en 2020 por cohecho en el caso Sobornos, donde el expresidente Correa fue también condenado a ocho años e inhabilitado políticamente.

A finales de 2022 fue excarcelado gracias a una polémica e irregular resolución judicial y permaneció en libertad durante algo más de un año, hasta que a finales de 2023 llegó a la Embajada de México en Quito para pedir asilo, al advertir que la Fiscalía buscaba procesarlo por el caso Reconstrucción.

El actual presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenó asaltar la sede diplomática de México para detener a Glas el 5 de abril de 2024, una vez que el Gobierno mexicano del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador le había concedido el asilo diplomático al considerarlo un «perseguido político» ante los procesos de corrupción acumula desde 2017.

Este episodio llevó a la ruptura de las relaciones entre ambos países y a un litigio en la Corte Internacional de Justicia, donde México acusa a Ecuador de haber roto la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y Ecuador culpa a México de haber contravenido los tratados que regulan el asilo diplomático.