Santiago de Chile, 30 abr (EFE).- El Gobierno de Chile y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), principal sindicato del país, acordaron este miércoles una propuesta de ley para subir el salario mínimo un 3,6 % desde los 510.000 pesos mensuales que rigen actualmente hasta los 529.000 pesos (556 dólares/ 491 euros al cambio de hoy) a partir de mayo.
El acuerdo, que ahora pasará a ser discutido en el Parlamento, donde el Gobierno no tiene mayoría, incluye un segundo aumento hasta los 539.000 pesos (571 dólares/501 euros al cambio de hoy) a partir del 1 de enero de 2026.
“Este acuerdo es el cuarto que se suscribe en el actual Gobierno”, que inició en marzo de 2022, indicó en rueda de prensa el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
La subida del salario mínimo de los 350.000 hasta los 500.000 pesos fue una de las principales promesas de campaña del presidente, Gabriel Boric, y se completó en julio pasado luego de que el Parlamento chileno aprobara la histórica ley en mayo de 2023.
El pasado enero se hizo un pequeño ajuste hasta los 510.000 pesos para compensar el impacto de la inflación en los seis meses anteriores.
El presidente de la CUT, David Acuña, reconoció por su parte que el acuerdo “cubre parte de las exigencias (del sindicato) pero no todas”, ya que aspiraban a una subida del 12 % a finales del año.
“Si miramos hacia atrás, el salario de los trabajadores y trabajadoras en Chile ha crecido el doble o más del doble en los últimos 20 años. Creemos que es fundamental seguir avanzando de manera constante y a paso firme en cubrir un salario que no solamente cubra lo mínimo”, añadió.
Chile es uno de los países con el salario mínimo más alto de Latinoamérica, aunque todavía está muy lejos de los principales países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La CUT, que el jueves protagonizará la gran marcha por el Primero de Mayo por las calles de Santiago, ha tenido una relación especialmente buena con el actual Gobierno -integrado por el Frente Amplio, el Partido Comunista y distintas fuerzas de la centroizquierda como el Partido Socialista- y participó activamente en la negociación y diseño de distintas leyes como la reducción de la jornada laboral a 40 horas y la ‘Ley Karin’ contra el acoso laboral.