Bogotá, 13 jun (EFE).- El ministro de Hacienda de Colombia, Germán Ávila, presentó este viernes un paquete de medidas para mejorar las cuentas públicas, que incluye la suspensión de manera temporal de la regla fiscal, una nueva reforma tributaria para aumentar el recaudo y la subida del precio del diésel, entre otras.
«Hemos tomado la decisión de activar lo que se conoce como la ‘cláusula de escape’, que permite realizar un desvío temporal del cumplimento de las metas fiscales», dijo el ministro en la presentación del ‘Marco Fiscal de Mediano Plazo’.
La ‘cláusula de escape’ está prevista en la ley para cuando ocurren situaciones que comprometan la estabilidad macroeconómica del país y, según Ávila, «no tomar esta decisión comprometería efectivamente la estabilidad macroeconómica y el crecimiento económico que se tiene proyectado para el desarrollo del país».
Con esto, el Gobierno espera que el déficit público sea del 7,1 % del Producto Interno Bruto (PIB) este año, pero expertos como el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo calculan que estará por encima del 7,5 %.
Ávila calificó la suspensión de la regla fiscal por un periodo de tres años como «una decisión responsable, cuidadosa», aunque reconoció «que existe un problema fiscal» pero también «una senda de recuperación».
El ministro de Hacienda explicó que «los ingresos corrientes no se han acompasado con el crecimiento del gasto inflexible, lo que refleja la dificultad heredada de garantizar una consolidación fiscal» y por eso es necesario el ajuste.
Nueva reforma tributaria
En cuanto a la reforma tributaria, tercera del gobierno del presidente Gustavo Petro, en caso de ser aprobada por el Congreso, permitiría un recaudo adicional de 19,6 billones de pesos (unos 4.745 millones de dólares) pero que puede llegar hasta los 25,4 billones de pesos (unos 6.150 millones de dólares).
La reforma incluirá «la modificación de la estructura del IVA para reducir el gasto tributario», así como modificaciones adicionales al impuesto al carbono, IVA para juegos de azar, plataformas digitales e iglesias, así como otras medidas dirigidas a gravar las diferentes formas de contaminación, tales como plaguicidas, ruido y vapeadores, entre otros.
«Estamos planteando la necesidad de presentar una propuesta de reforma tributaria que marque el inicio del ajuste requerido, pensar alivios tributarios e impuestos indirectos poco distorsionantes para la actividad económica y una reforma estructural que nos garantice la senda de mediano plazo», señaló el ministro.
El Congreso le aprobó a Petro una reforma tributaria en 2022, meses después de asumir la Presidencia, pero le rechazó otra presentada en 2024.
«Creemos que en este esfuerzo deben participar no solamente el Congreso de la República sino también todos los actores económicos entendiendo que tenemos que hacer un ajuste sobre las cuentas fiscales del Estado y tener presente que no es un ajuste que está pensando solamente en el actual gobierno», agregó.
Subida del precio del diésel
El paquete de medidas incluye, además, el incremento del precio del diésel a los vehículos que no hacen parte del transporte de carga, medida que afectará al 28 % del parque automotor que es el que utiliza este combustible.
Desde que llegó al Gobierno, Petro eliminó gradualmente los subsidios a la gasolina para llevarla a precios internacionales y cerrar el agujero del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (FEPC), y ahora pretende hacer lo mismo con el diésel, usado por camioneros pero también por camionetas de lujo.
Con estas medidas el Gobierno espera conseguir en 2026 «una reducción gradual del desvío fiscal mediante la entrada en vigor de la reforma tributaria y la presentación de una reforma al gasto que conjure las causas de la activación de la ‘cláusula de escape'», manifestó Ávila.
«En el 2027 consideramos que ya se habrá estabilizado un poco más la situación fiscal, habrá una mejora significativa de la situación de las finanzas públicas con la implementación de las reformas fiscales y se garantiza el principio de sostenibilidad de las finanzas públicas», indicó.
A pesar del ajuste «para conservar la estabilidad macroeconómica», el ministro insistió en que la economía colombiana va bien.
«Los signos de estabilidad que muestra la economía colombiana nos indican que vamos a tener un crecimiento en el 2025 del 2,7 %, y venimos de una senda de crecimiento que en el 2023 estaba en el 0,67 % y en el 2024 en 1,6 %, y continúa esta senda de crecimiento del producto interno bruto que creemos que es una manifestación de la salud de la economía colombiana», expresó el ministro.