Madrid, 8 jul (EFE).- La deportación masiva planteada por Vox ha generado este martes numerosas reacciones en contra, especialmente del Gobierno y partidos de izquierdas, mientras que el PP se desmarca de una propuesta que afectaría directamente a inmigrantes ilegales, pero también a legales que delincan o no se adapten a la cultura y costumbres españolas.
Unas palabras de la diputada Rocío de Meer este lunes en una rueda de prensa de su formación han sido el detonante de una nueva polémica en torno a la política migratoria de Vox, ya recogida en su programa electoral, así como en el programa económico y de vivienda ‘Por una España nueva y decente’, que presentó el pasado 29 de junio tras la Asamblea General Ordinaria del partido.
Tras defender las repatriaciones masivas, De Meer señaló que de los 47 millones de habitantes que hay en España, ocho millones -«más de siete millones, porque tenemos que tener en cuenta la segunda generación»-, han llegado de diferentes orígenes y en un período muy corto de tiempo, por lo que «es extraordinariamente difícil que puedan adaptarse a nuestros usos y costumbres».
«Mentira», Vox niega que quiera deportar a 8 millones
Es «mentira» que con esas afirmaciones haya propuesto deportar a ocho millones de inmigrantes, ha precisado este martes en las redes la propia diputada.
En su defensa han salido el líder del partido, Santiago Abascal, y la portavoz en el Congreso, Pepa Millán, el primero para subrayar que Vox no ha dicho el número de los que deberían ser expulsados, porque no sabe cuántos son, y la segunda para apuntar que su compañera de bancada solo ofreció una aproximación a las cifras de evolución de la inmigración en España de los años 90 a la actualidad.
En Vox defienden que la solución «menos mala» al incremento de la inmigración es la «remigración» y, en consecuencia, la deportación masiva de todos los que accedan ilegalmente a España y de los legales que cometan delitos graves o hagan del delito leve su forma de vida, así como de aquellos que decidan no integrarse, pese a tener la nacionalidad española.
A esta medida, recogida en el programa de Vox, se añaden otras como revertir las regularizaciones aprobadas, auditar las concesiones de nacionalidad, acabar con el efecto llamada, eliminar las subvenciones a los inmigrantes ilegales y promover bonificaciones fiscales a la contratación de españoles.
«Nos sorprende muchísimo que determinados medios o determinados partidos se escandalicen por estas medidas y no se escandalicen por lo que estamos viendo en nuestras calles», ha señalado Millán.
«Delirio xenófobo» y «vomitivo»
Desde el Gobierno censuran el «delirio xenófobo de Vox» y piden a los migrantes que han venido a España a trabajar en busca de un futuro mejor que «no tengan miedo».
Su portavoz, Pilar Alegría, ha lamentado que en España quepa un partido político como Vox pero en este partido no quepa «la España plural, diversa y real que hoy somos» y ha recalcado que España ha sido un país emigrante y ahora lo es de acogida, en la misma línea de lo manifestado esta mañana en redes sociales por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Para el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuya reprobación y cese ha pedido Vox por no combatir la inseguridad «asociada a la inmigración», las propuestas de los de Abascal no son nuevas, aunque «van subiendo el tono cada vez y ya están llegando a unos niveles irrespirables para cualquier demócrata».
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha tachado de «vomitivo» el planteamiento de Vox y ha reprochado especialmente que la repatriación masiva incluya a personas que llevan años en España en situación regular y a sus hijos españoles.
Abascal, «un Trump del Temu»
«Hay que echar a los extranjeros que nos roban, que son los fondos buitre que están acaparando la vivienda», ha contraatacado la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, para quien los de Vox son «lacayos» de los «ricos» y lo único que hacen es «ser auténticos vampiros» del malestar de los trabajadores.
Desde Compromís, Ágeda Micó, cree que Vox copia una vez más el discurso de la extrema derecha y del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que Abascal solo intenta «provocar». «Es un Trump del Temu», ha dicho en alusión a la marca de productos baratos.
Si Abascal se sometiera a una prueba genética, ha opinado por su parte el diputado de Sumar Gerardo Pisarello, seguramente sería la primera víctima de su «política racista».
Su compañero de grupo Alberto Ibáñez ha recalcado que la respuesta a la polémica no puede ser escandalizarse, sino reconocer derechos y, por eso, ha exigido al PSOE que desbloquee la iniciativa legislativa popular para la regularización de inmigrantes.
El PP pide aplicar la ley de extranjería
El secretario general del PP, Miguel Tellado ha dejado claro que no comparten con Vox que haya que realizar expulsiones masivas y ha recordado que existe una legislación de extranjería y que lo que hay que hacer es aplicarla.
«Hay mecanismos de regularización para todas esas personas que vienen a España y llevan ya tiempo conviviendo con nosotros», ha dicho Tellado, que ha puntualizado eso «no quiere decir que no haya que luchar contra la inmigración irregular que (…) supone un problema».