Golos, principal observador electoral ruso durante 25 años, cierra tras condena a director

Imagen de archivo de Grigori Melkoniants, director de Golos, organización de defensa de los derechos del votante. durante el juicio el pasado mayo en el que fue condenado a cinco años de cárcel.EFE/EPA/SERGEI ILNITSKY

Moscú, 8 jul (EFE).- El principal observador electoral independiente de Rusia, Golos, anunció hoy su disolución después de la condena en mayo a cinco años de cárcel de su director, Grigori Melkoniants.

Golos, organización de defensa de los derechos del votante muy crítica con la falta de limpieza de los procesos electorales en este país, argumentó su decisión en Facebook después de 25 años de actividad, los mismos que lleva en el poder el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.

«La justicia no gana siempre, pero hay que luchar por ella. Siempre existe el riesgo de salir derrotado. Y así ha ocurrido en esta ocasión», señala el comunicado.

La ONG recuerda que la condena de Melkoniants amenaza con «persecución penal» no sólo a todos los miembros de Golos, sino también a los ciudadanos que simplemente se dirijan a ella con una simple consulta.

Por ello, Golos liquidará todas las filiales regionales, todos los proyectos en marcha y todos los recursos informativos, al igual que la recaudación de donaciones.

El comunicado subraya que la persecución de la organización ha sido un paso más en la campaña lanzada por las autoridades «para socavar los fundamentos constitucionales del país».

Golos, que significa tanto voz como voto en ruso, fue acusada durante el juicio contra Melkoniants de cooperar con la Red Europea para el Monitoreo de Elecciones (ENEMO), declarada «organización indeseable» en 2021.

La oposición acusa al Kremlin de perseguir a Melkoniants, cojefe de Golos que fue arrestado en agosto de 2023, para que no pudiera velar por los derechos de los votantes rusos desde las presidenciales de 2024 en las que fue reelegido por otros seis años el jefe del Kremlin.

Golos, organización fundada en 2000, denunció numerosas irregularidades en las elecciones parlamentarias de 2011, que desembocaron en las mayores protestas antigubernamentales desde 1991, organizadas por el opositor Alexéi Navalni, que murió en 2024 en una prisión ártica.

Sus observadores también criticaron duramente los comicios presidenciales que permitieron a Putin volver al Kremlin en 2012 y el referéndum constitucional de 2020 que le permitirá perpetuarse en el Kremlin hasta 2036.

Pese al gran coste económico y en vidas humanas de la guerra, el partido del Kremlin, Rusia Unida, aspira a reeditar la mayoría constitucional en las elecciones parlamentarias de 2026.

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania las autoridades rusas han condenado a los principales dirigentes de la oposición y cerrado las mayores organizaciones de derechos humanos y de la sociedad civil, y todos los medios de comunicación independientes.EFE

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