Lisboa, 29 may (EFE).- El almirante en la reserva Henrique Gouveia e Melo, que lanzó este jueves su candidatura a la Presidencia de Portugal, es un militar especializado en submarinos, que llegó a ser jefe del Estado Mayor de la Armada y que se presenta como una figura entre el socialismo y la socialdemocracia.
En las primeras encuestas de cara a las elecciones presidenciales de enero próximo para elegir al sucesor de Marcelo Rebelo de Sousa es el favorito de los portugueses para ponerse al timón del país y le avala la gestión que hizo en respuesta a la crisis sanitaria originada por la pandemia de la covid-19 en Portugal.
De llegar al poder en 2026, Portugal volvería a tener un militar en la Presidencia tras 40 años.
Durante la presentación de su candidatura este jueves en la terminal portuaria de Alcântara en Lisboa, como guiño a su pasado marinero, el almirante dio pistas de lo que sería su estilo si llegara al poder.
“Creo que ahora más que nunca necesitamos de un presidente diferente, un presidente capaz de unir a los portugueses, de motivar y dar sentido a la esperanza, capaz de ser consciencia y ejemplo, capaz de ayudar a cambiar aquello que hace tanto tiempo que necesita ser cambiado”, señaló Gouveia e Melo.
En ese sentido, el candidato reveló que para él un presidente debería ser “estable, de confianza y atento, por encima de las disputas partidistas, lejos de las presiones y fiel al pueblo que lo eligió”.
El militar también consideró que el jefe de Estado no debería ser un “mero espectador de la vida política”, sino que debería interpelar y exigir cuando sea necesario, que se haga oír pronunciándose “con contención, con sustancia y propiedad”.
En un artículo de opinión publicado en febrero pasado en el semanario Expresso, Gouveia e Melo esbozó las líneas principales de su pensamiento político.
En ese texto afirmaba que se sitúa entre el socialismo y la socialdemocracia, defendiendo la democracia liberal como régimen político, y rechazaba que la Presidencia se transforme en “un apéndice” de los intereses partidistas, lo que, advertía, “es una amenaza a la capacidad de la democracia liberal de mantener un sistema equilibrado y funcional”.
Gouveia e Melo está a favor de “una economía de mercado libre”, sin que el Estado caiga en la tentación de conducirla y para solo intervenir cuando sea necesario garantizar una sociedad más próspera, cohesionada y menos desigual.
Nacido el 21 de noviembre de 1960 en Quelimane (Mozambique), Henrique Eduardo Passaláqua de Gouveia e Melo pasó los primeros años de su vida y hasta su adolescencia en el país africano, antes de mudarse con su familia a Brasil, tras la Revolución de los Claveles de 1974 que puso fin a la dictadura del Estado Novo en Portugal y dio inicio a la democracia.
En una entrevista en 2021 al diario ‘Nascer do Sol’, el hoy candidato explicó que su padre, que era un abogado liberal simpatizante de los socialistas, recelaba de que Portugal se convirtiera en “una dictadura comunista” para justificar la mudanza a Brasil, aunque después del 25 de noviembre de 1975, fecha del intento fallido de un golpe de Estado de la izquierda radical, regresaron al país ibérico.
Cuatro años más tarde, Gouveia e Melo ingresó en la Academia Naval y pasó la mayor parte de su carrera en submarinos, donde desempeñó varias funciones.
Entre 2017 y 2020 fue comandante naval y durante dos años de ese intervalo fue comandante de EUROMARFOR, una fuerza multidisciplinaria europea.
En enero de 2020 asumió el cargo de adjunto para la Planificación y Coordinación del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas. Fue en este puesto cuando se puso al frente -en febrero de 2021- del grupo de trabajo para la vacunación contra la covid-19, lo que le dio una gran popularidad.
El marino fue premiado con el puesto de jefe del Estado Mayor de la Armada y con su promoción a almirante en diciembre de 2021, cargo que ejerció hasta noviembre pasado, cuando renunció a seguir dos años más y pasó a la reserva.
Ahora, ante “tiempos peligrosos, con actores poderosos que intenta subvertir el orden mundial en función de sus intereses”, con amenazas que vienen de todas direcciones, como describió él mismo, el liderazgo, la capacidad de decisión y de cohesión nacional que el almirante cree que puede dar al país pueden ser “factores críticos para el éxito o fracaso” de la sociedad portuguesa.